El fotógrafo británico Terry O'Neill, que se hizo famoso en el mundo de la moda y las celebridades, entre ellas los Beatles o los Rolling Stones, ha muerto a los 81 años, informó ayer Iconic Images, firma que le representaba. El célebre fotógrafo, que contaba con la condecoración de Comendador de la Orden del Imperio Británico (CBE), dejó un gran legado de trabajos que permanecen en la Portrait Gallery de Londres.

"Cualquiera que haya tenido suficiente suerte para conocerlo o trabajar con él puede dar fe de su generosidad y modestia", señaló ayer un portavoz de Iconic Images. "Como uno de los fotógrafos más icónicos de los últimos sesenta años, sus instantáneas legendarias quedarán para siempre en nuestra memoria, así como en nuestros corazones", agregó.

Una de sus últimas apariciones públicas fue el pasado octubre para recoger su condecoración CBE de manos del príncipe Guillermo, en el palacio de Buckigham. O'Neill, que murió el sábado y padecía de cáncer de próstata, declaró que ese reconocimiento había "sobrepasado cualquier cosa" que le haya pasado en su vida.

Los trabajos de este fotógrafo se pueden ver en galerías de arte y también en colecciones privadas en todo el mundo, además de haber sido portadas de revistas o de publicidad de películas.

O'Neill captó la cultura de los jóvenes en los pasados años sesenta, más conocidos en el Reino Unido como los "vibrantes 60", con los Beatles en lo más alto de su fama.

Además de fotografiar a los "rolling", también tomó instantáneas de David Bowie, Led Zeppelin o Eric Clapton, mientras que entre sus mejores amigos figuraban Michael Caine y Raquel Welch.

La reina Isabel II y el expresidente sudafricano Nelson Mandela posaron para O'Neill, quien estuvo casado con la actriz Faye Dunaway de 1983 a 1986.

También tomó fotos a Audrey Hepburn y Elizabeth Taylor y a otros famosos como Terence Stamp o Frank Sinatra, mientras que trabajó además para varias películas de James Bond.