Fue el primer actor con síndrome de Down en protagonizar una película española. Quince años después, Guillem Jiménez se reencuentra con la actriz viguesa Marta Larralde y el director ourensano Xavier Bermúdez para dar continuidad a la historia de "León y Olvido". La secuela, que se titulará "Olvido y León", comienza a rodarse hoy en Ourense y sitúa a los dos hermanos mellizos quince años después. El actor barcelonés asegura que está impaciente por meterse de nuevo en la piel de León, un personaje que le permitió hacer realidad su sueño de ser actor. Será un mes de intenso trabajo, durante el que, confiesa, echará de menos a su novia y a sus amigos, especialmente a los que tiene en Montcada i Reixac y Vic, pero también ilusionante. "León tiene algunas cosas de Guillem, pero en otras somos muy diferentes", asegura.

-Su primera película fue "León y Olvido". ¿Cómo llegó al cine?

-No hice ningún casting; me llamaron por teléfono y me dijeron que se trataba de una película para el cine y después me mandaron el guion. Eso fue en octubre de 2003. Yo estaba estudiando ESO. Antes de esto, no había hecho nada de interpretación.

-¿Cuándo descubrió su vocación artística?

-A raíz de la serie de televisión "Médico de familia", donde vi que había un chico con síndrome de Down [Alberto Domínguez, el joven que ayudaba a Marcial en la serie protagonizada por Emilio Aragón]. Ahí descubrí que quería ser como él, quería ser actor, ser conocido. Lo que nunca pensé es que fuera a hacer una película.

-¿Qué es lo que más le gusta de la carrera de actor?

-Lo más importante para mí son los fans que siguen la película. Me gusta que valoren mi trabajo y que hablen bien de la película.

-¿Qué le gustaría que aportara esta película y su papel al colectivo de personas con síndrome de Down?

-Me gustaría que sirviera para que la sociedad viera que nosotros también podemos hacer cosas y que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos. Las personas con síndrome de Down podemos llegar donde llegan los demás. Solo necesitamos apoyo y amor.

-¿Qué recuerdos tiene del rodaje de "León y Olvido"?

-Tengo muchos buenos recuerdos. El equipo era muy joven y me entendía muy bien con todos. Lo pasé muy bien rodando esa película y a raíz de ella actué en seis películas más, la última "Héroes", de Pau Freixas; dos cortometrajes, y dos series. Además, es un lujo trabajar con Marta Larralde porque es una gran actriz y porque tenemos mucha química. Esto se agradece siempre.

-¿Esperaba que se hiciera una secuela quince años después?

-Esto lo decíamos en broma, pero nunca pensé que se hiciera una segunda parte. Estoy encantado. El guion está muy bien y los personajes son los mismos, aunque la historia es diferente. Es genial. Cuando me llamaron para decirme que iban a hacer una segunda parte me quedé sin palabras. Me he sentido un poco como los concursantes de la primera edición de "Operación triunfo", que se reunieron después de 16 años. Todos mis amigos me apoyan y querían que hiciese una película porque hacía tiempo que no hacía nada. Ahora estoy trabajando de auxiliar de administrativo y siempre me preguntaba: "¿Cuándo me van a llamar? ¿Cuándo me van a llamar?" ¡Y mire!

-¿En qué momento de sus vidas se encuentran León y Olvido?

-Continúan viviendo juntos, pero la historia ha cambiado. A mí me gustan dos chicas, ella tiene trabajo...

-¿Cómo es el personaje de León?

-León tiene cosas de Guillem, pero también tiene cosas propias que tengo que interpretar. Es un personaje que no tiene que ver conmigo, pero que a la vez sí tiene que ver conmigo. Es un chico con síndrome de Down que vive con su hermana y que no quiere separarse de ella. Se vuelve demasiado protector porque la quiere mucho. León depende de su hermana melliza, porque sus padres murieron y lo que desea es que Olvido sea feliz con él y esté con él. Lo que pasa es que ella tiene su vida y se lo echa en cara. Lo suyo es un "no quiero estar contigo, pero tampoco puedo estar sin ti".