La pasada Feria del Libro 2019 de Vigo fue todo un éxito, según las declaraciones de los propios libreros, tanto por la climatología, que se alió en unos días en que no hizo ni frío ni calor, como por la tan estimada ubicación frente al Museo Marco que llevaban años reclamando. Las ventas subieron respecto a los años anteriores, mucha más gente acudió a los eventos y firmas organizadas por las librerías y los clientes acabaron más que satisfechos, tanto mayores como pequeños.

Y parece que a la ciudad le supo a poco. Para saciar su sed de cultura el domingo comenzó en la Alameda la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión organizada por la Federación de Libreiros de Galicia y que se extenderá hasta el día 4 de agosto. Dos semanas enteras para disfrutar de las numerosas casetas que recoge la Plaza de Compostela y en las que se pueden encontrar desde libros con poco más de dos años de antigüedad a reliquias de encuadernación sublime casi para ser expuestas sin siquiera ser leídas una sola vez, solo para ser admiradas.

Todos los libreros de esta feria coinciden en que la diferencia de esta con la que hace unas semanas se celebró en Urzáiz estriba en que la gente que se acerca suele ser coleccionista o estar en busca de un libro concreto que no ha podido encontrar, cosas descatalogadas, clásicos de toda la vida para completar alguna colección para alguien? y no novedades que se pueden encontrar en cualquier librería. "Aunque en las ferias de libros nuevos puedes encontrar libros con pequeños descuentos", dice Carolina Calzado, de la Librería Bécquer (Alicante), una de las librerías invitadas. No obstante, dentro de todas las casetas hay algunas que destacan por su contenido, como la caseta "El mundo de los minilibros", cuyo nombre indica que sus libros son de tamaño "mini" y, por ende, es lo que menos destaca entre sus láminas, sus marcapáginas o sus llaveros. El dueño de la caseta asegura que "el arte también es parte de la cultura", razón por la cual ellos han apostado por montar una caseta "con reproducciones de arte de primer nivel de los grandes maestros: Van Gogh, Monet, Klimt? pero también tenemos libros, lo que pasa que son en miniatura".

De igual manera que la caseta "El mundo de los minilibros" era llamativa por la presentación de vinilos, carteles, láminas, marcapáginas, etc., también la de la Librería Bécquer rompe la estética de la hilera de casetas, con un aspecto más lúgubre y de librería antigua. Carolina Calzado dice que su baza es llamar la atención de los compradores y para ello debe diferenciarse. "Tratamos de darle una buena apariencia para que la gente lo vea bien; ponemos carteles para que la gente se oriente y vea qué es lo que tenemos", dice. Además cree que la gente compra con la vista y que si ve un objeto bien presentado no le importará pagar 1 o 2 euros más que en la caseta de al lado, mucho más con la variedad de público que tienen derivado de la cantidad y multitud de oferta que manejan.

Las malas noticias llegan cuando se tratan de adquirir los productos. A pesar de que, como dice Joaquín Sardá, de la Librería Quin, "aquí ofrecemos libros desde 1 euro, ediciones de filosofía bien encuadernadas a 3 euros, las primeras traducciones de Agatha Christie, con ilustraciones a pluma, que son reliquias a tan solo 3 euros hasta?"

Todos coinciden en que la gente se acerca más a mirar, a dar un paseo y a cotillear que a comprar. Ahora el dinero se gasta en otras actividades de oci. "Hay muy poca gente que le dé la prioridad que se merece a un libro", apunta una de las trabajadoras de una caseta que prefiere no ser identificada.

De momento, parece que la Feria del nuevo libro le está ganando la partida a la Feria de Libros Antiguos y de Ocasión, aunque esta solo acaba de echar a rodar y tiene 13 días de margen aún para repuntar. Y como dice el propio dueño de la Librería Quin: "La esperanza es lo último que se pierde".