"Un placer muy grande estar en Vigo una vez más", aseguró el exministro de Cultura de Brasil y, sobre todo, uno de los grandes nombres de la música popular brasileira, Gilberto Gil, en un concierto que arrancó en el Auditorio Mar de Vigo anoche, puntual, y con el tema "Ok ok ok" de su último disco. La segunda canción que interpretó y que compuso después de una dura experiencia personal y de salud fue "Quatro pedacinhos" -de hecho, lo dedicó a la médica "que cuidó de su corazón"-. Gil se acompañó en directo de una banda integrada por varios familiares -entres ellos, su hijo y bisnieta- y una de las revelaciones musicales de Brasil,Roberta Sá. En total, nueve artistas sobre el escenario deleitaron a un público que mediaba el recinto, que aplaudió y saboreó un repertorio,entregado a ritmos tropicales. Gilberto Gil también tuvo palabras para el recién finado Joao Gilberto, de quien dijo que fue "una referencia para toda su generación". Gil inauguró una nueva fase: es el primer álbum de su vejez, pero con un nivel genial. Tanto como su directo. Excepcional.