Norma Graciela Moure nunca imaginó que poner el nombre de un familiar en un buscador de Internet podría llevarla a descubrir que su bisabuela es la protagonista de la última película de Isabel Coixet, "Elisa y Marcela", que narra la historia del primer matrimonio igualitario por la Iglesia.

"Esto es algo nuevo para mí", asegura Norma (61) todavía tímida, porque desde hace poco más de un año sabe que su bisabuela, Marcela Carmen Gracia, es en realidad Marcela Gracia Ibeas, quien en 1901 rompió esquemas en la sociedad española al lograr casarse con Elisa Sánchez Loriga.

Para burlar la ley en una época en la que el matrimonio entre dos personas del mismo sexo estaba todavía vetado como derecho universal, Elisa adoptó una identidad masculina, pero el engaño acabó por descubrirse.

Ambas fueron perseguidas y tuvieron que huir, primero a Portugal y posteriormente a Argentina, donde se les perdió la pista pese a los esfuerzos de la prensa de la época, al menos hasta ahora.

"De casualidad, el 3 de junio del año pasado pongo en el buscador de Internet el nombre de mi abuela como yo la conocía, porque quería hacer el árbol genealógico y necesitaba tener más datos", explica Norma en conversación con Efe.

Al presionar "enter" llegó la sorpresa. Ese nombre aparecía en más de 5 millones de resultados, impulsados por el rodaje de la película, entre los que le llamó la atención el libro del historiador Narciso de Gabriel, "Elisa y Marcela. Amigas y amantes", y una fotografía de su antepasada; para ella, Marcela Carmen Gracia.

Tras revisar bien con sus hijas, todas coincidieron en la similitud entre esta pionera y la imagen amarillenta que guardan de su bisabuela, aunque para ellas la historia de Elisa y Marcela era totalmente desconocida, "nadie sabía nada" en su familia. "Mi madre fue la que me transmitió lo poco que sé de Marcela y de mi abuela, pero todos los datos que había, papeles, etc., se perdieron en un incendio", asevera. Norma decidió escribirle al autor del libro, quien le confirmó que los relatos de su progenitora no estaban tan alejados de la realidad.