"Auge sin precedentes"

Asimismo, resaltó que la "cultura de culturas desplegada" en el español ha vivido "un auge sin precedentes" en décadas recientes y "augura" que el "creciente interés y entusiasmo de otras naciones por hacerlo suyo consolidará al español como la segunda lengua de comunicación internacional" gracias a las instituciones que "velan por una difusión enaltecida".

Felipe VI alabó el "hábito infantil de asombro ante el mundo" de Ida Vitale e hizo referencia a su estancia en Austin (Texas, Estados Unidos).

También tuvo un "sentido recuerdo" para el también Premio Cervantes Rafael Sánchez Ferlosio, fallecido el pasado 1 de abril.

La poesía también anida en la prosa inmortal del "Quijote". Así lo señaló la poeta uruguaya Ida Vitale al recibir de manos del rey Felipe VI el premio "Cervantes", un galardón que acogió emocionada en un acto donde desbordó vitalidad y humildad a sus 95 juveniles años. En una solemne ceremonia presidida por los Reyes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) durante una jornada lluviosa en la que se celebró el Día del Libro, Felipe VI destacó el valor de la lengua y la cultura española como señal de unidad en la diversidad.

Vitale es la quinta mujer en recibir un galardón que desde 1976 solo distinguido a las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013).

Un acto emocionante. "Ver cómo subía la escalera, verla bajar y luego cómo proyectaba la voz a los 95 años, mejor que todos los que han hablado, es algo increíble". Así se expresaba Nuria Flo, la nieta de Ida Vitale, deshecha en un mar de lágrimas mientras su abuela recogía el premio. La ceremonia estuvo marcada, además de por la lluvia, un elemento fundamental en su poética, por la humanidad, humildad y el agradecimiento que lució la autora de "Luz de esta memoria", que entusiasmó a todos por la profundidad de su discurso, como señaló la poeta y directora general del Libro, Olvido García Valdés.

Vestida con elegante abrigo negro y bufanda blanca, Vitale desgranó, con voz recia y sin necesidad de gafas, su devoción por la pareja española "tan tiernamente compatible..., ese Quijote y ese Sancho que hablaban de otra manera que acepté de inmediato, como un lenguaje que integraba a un mundo en el que, sola, me sentía acompañada, capaz de manejarme con él como si fuese el mío propio".

Vitale reivindicó la poesía del "Quijote", cuya locura considera "frenesí poético", y aseguró que su "devoción cervantina carece de todo misterio". Su discurso estuvo lleno de referencias a autores como Garcilaso, Dante y Homero, y leyó un poema de Baudelaire en perfecto francés. Pero Vitale, tras halagar el discurso del rey y del ministro de Cultura, José Guirao, sí que dijo que había echado mucho de menos a Machado, "no lo ha mencionado nadie", lamentó.

"Juan Ramón Jiménez, me inspiraba respeto, pero Machado era cariño. Era una especie de abuelo para mí", ha comentado feliz en medio de los besos y abrazos que recibía de familiares (ha venido con su hija Amparo Rama y sus nietas), amigos, escritores como Carme Riera, Clara Janés, Soledad Puértolas, Sheila Loewe, Chus Visor, o el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.

Y fue García Montero, quien ayer al entrar en el Paraninfo hizo referencia a la lluvia y la relación con la autora de "Cada uno en su noche". "La lluvia en Ida es importante porque para ella es muy importante la naturaleza, y ese estado de animo se hace conceptual cuando se medita en su poesía, donde está muy presente también los animales, las plantas, los cambios climáticos y siempre como camino de reflexión porque es una poesía intelectual que consigue equilibrar sentimiento y razón", subrayó Montero.

La lluvia

"Una lluvia de un día puede no acabar nunca/ puede en gotas, en hojas de amarilla tristeza/irnos cambiando el cielo todo, el aire...", dice un poema de Vitale, que hoy parece resultar premonitorio, porque esta hacedora de una poesía con "un lenguaje intelectual y popular, universal y personal, transparente y hondo", como señaló el jurado al fallar su premio, estaba llena de luz.

"La poesía de mi abuela me gusta mucho, pero a veces es difícil", ha subrayado la nieta, para quien la abuela que mas le gusta es "la del sentido del humor y la que "improvisa". Y eso de improvisar lo hizo ayer bastante Vitale, porque cuando ya había acabado su discurso de agradecimiento pidió perdón por "la osadía" de meterse en el Paraninfo para hablar de Cervantes.