Este 22 de marzo sale a la venta "Nuclear", el nuevo álbum de LeivaLeiva, y el cantante madrileño ha querido compartir la conmovedora historia real detrás de una de las canciones del disco. Lo ha hecho en Twitter, en un hilo en el que ha incluido una puesta de sol desde Playa América. De esta forma quiere transmitir la dificultad de reflejar la belleza con palabras, "un poco como cuando tratas de fotografiar un atardecer", dice Leiva en su hilo, que ha tenido miles de retuiteos y "me gusta".

Lo que cuenta la canción le ocurrió a una amiga de Leiva cuando era pequeña, y se lo contó hace unos años en la casa que ella tiene en Cerceda, en la sierra de Madrid. "Desde entonces siempre me obsesionó escribir sobre ello, y lo cierto es que lo intenté dos o tres veces pero nunca llegué si quiera a acercarme al carácter de la propia historia", explica Leiva en su hilo de Twitter. "Ya con la grabación de "Nuclear" empezada y el repertorio del disco cerrado, una noche de insomnio y desquicie, conseguí acabarla".

Esta amiga (la persona más mágica que jamás ha conocido, dice el músico), llamada Sara, estudiaba a mediados de los ochenta en un colegio de Getxo (Vizcaya), y como una de las actividades escolares para mejorar el nivel de inglés, escribía cartas en ese idioma a un chico desconocido llamado Matthew. "Se lo imagina rebelde. Quizá repetidor y un poco mayor que ella. No necesariamente guapo, pero con carisma y un mundo interior que le atrae un montón", comenta.

La correspondencia entre Sara y Matthew se prolongó durante años. "Se convierten en confidentes y en algo más profundo que no saben bien cómo llamarlo, pero que aprieta dentro", explica Leiva. Sara, que se lo imagina como Michael J. Fox en "Regreso al futuro", decide adjuntar una foto de carnet suya en la siguiente carta, con esperanza de que Matthew haga lo mismo en su respuesta. Pero no llega la carta de vuelta. "A pesar de lo joven que es, [a Sara] se le clava una extraña sensación de algo sin cerrar que le acompañará siempre", cuenta Leiva.

Fotograma de la película Big Fish, con el actor Matthew McGrory

Llegamos a 2005, veinte años después del inicio de aquella relación epistolar. Sara sale del local de ensayo en Getxo y para en la peluquería. Mientras espera, ojea un periódico y le llama la atención un nombre muy familiar en una de las noticias: Fallece el actor Matthew McGrory a los 32 años de edad por causas naturales. McGrory padecía gigantismo, medía más de 2,20 metros de altura. Entró en el libro Guinness de los récords por ser el hombre con los pies más grandes del mundo y participó en varias películas, aunque siempre será recordado por su papel de tierno y amable gigante en la película "Big Fish", dirigida por Tim BurtonBig Fish", dirigida por Tim Burton, y de cuyo estreno en España se han cumplido 15 años este mes. "Sara tiembla. El periódico cae al suelo. Algo se rompe dentro de ella y por primera vez entiende todo. Ahora toca vivir con la certeza de que la carta nunca llegará", relata Leiva, quien asegura que "esta historia es real como la vida misma". La canción se titula "El gigante de Big Fish".