Fon Román es un guitarrista y cantante vigués que comenzó su trayectoria musical con la banda de rock Los Piratas, junto a Iván Ferreiro, Paco Serén, Pablo Álvarez y Hall 9000. Desde 2014 vive en Ciudad de México.

-¿Cómo definiría su paso por Los Piratas?

-Aunque ya había empezado previamente a tocar la guitarra en un grupillo, Los Piratas fue mi escuela en todos los sentidos. Entramos en la industria musical, conocimos por primera vez los estudios de grabación y crecimos compositivamente. Además, después de mucho trabajo, pudimos tener repercusión y éxito, y ser un grupo de referencia.

-Y lo sigue siendo pese a su desaparición en 2004. ¿Por qué decidieron separarse?

-Las inquietudes de cada uno lo provocaron. Además,luego de muchos años juntos, como en toda relación, hay momentos de fricción. Necesitábamos oxígeno.

-¿Le resultó difícil hacerse un hueco en el panorama musical alejado del influjo de Iván Ferreiro?

-Quieras o no, la voz de un grupo marca mucho. Para que aparezca una nueva voz y tenga un espacio, aun habiendo tocado en una banda conocida, cuesta bastante. Hasta que pase un tiempo y haya una larga trayectoria. es como ser un artista nuevo. Es un hecho por el que han pasado todos los guitarristas de los grupos que decidieron emprender un nuevo rumbo como cantantes.

-¿Qué le ha llevado a abandonar España y marcharse a México?

-Fue un impulso vital. A veces uno siente que necesita cambios y tomar un rumbo distinto. México es un país que me ofrecía lo que más deseaba en aquel momento: renacer. Y a través de mi viaje a México he podido encontrarme conmigo mismo. Es una sensación fascinante, donde se mezcla la soledad y la entrada en contacto con otros espacios.

-¿En qué etapa de su vida decide explorarse a sí mismo?

-Después de haber sacado un disco y haber dado una gira por ocho ciudades de España (POPartesanal). Fue una etapa de actividad intensa que me exigió calma y reposo. Así que vendí parte de mi estudio y decidí probar en México, pero con la vista siempre puesta en mi lugar natal.

-¿Era su primera vez en México?

-No, ya había estado antes. Primero, con Los Piratas, había hecho unas cuantas giras en el país, y después fue en México donde lancé mi primer disco en solitario, "Silencio cómodo en un jardín descuidado". Ya, entonces, había sentido una especie de llamada. La de México es una relación labrada por el tiempo.

-¿Y es definitiva su estancia allí?

-No lo sé, hay que ver cómo evolucionan las cosas. Morriña siempre hay, pero uno no se puede anclar en el pasado. Intento sacar este pensamiento rápido de la cabeza. Si estoy aquí, estoy aquí. Lo de la morriña intento que me suceda cada vez menos.

-El nombre de su nuevo disco, "La Chispa, La Llama y El Humo", ¿qué quiere decir?

-Es un homenaje a la vida. La chispa es lo que cobra vida, la llama lo que se sostiene y el humo lo que se extingue. Tres canciones del disco llevan esos nombres.

-¿El nuevo álbum tiene referencias a su vida en España?

-Sí. Quieras o no, uno siempre acaba contaminado por las cosas del lugar donde se crió Al menos, la gente que ha escuchado las canciones ven una simbiosis en el álbum entre México y España.

-¿Qué tal es su relación con Iván Ferreiro?

-Es buena. De hecho, probablemente participemos en una colaboración. Aunque no es seguro.

-¿Qué es lo que más echa en falta de Galicia?

-La familia y mis amigos. Pero también la comida. El marisco y el pescado son cosas que uno aprecia cuando están tan lejos de su país. Aunque a veces me desquito. Tengo un amigo que regenta unos restaurantes españoles y unos compañeros que tienen una cantina y a la que viene un pulpeiro gallego la mitad del año. Entonces, tomo pulpo "á feira" de vez en cuando. Por otra parte, yo cocino mucho y me hago platos de España, no con el mismo producto, pero similar. El producto gallego es irreemplazable.

-¿Cómo es el cambio de pasar de la relativa tranquilidad de Vigo al caos de Ciudad de México?

-La ciudad termina por absorberte a ti y, por ende, a tu tiempo. Es una ciudad muy demandante y hay que saber dosificar. Uno ha de intentar salir de vez en cuando, viajar a los alrededores, donde hay mucha montaña y espacios para poder oxigenarse. De hecho, para componer este último disco me hospedé en una casa aislada del ruido en Xalapa, en un monte solo. Y allí estuve viviendo por diez días. Compuse "La chispa" y a partir de esta me encontré con la capacidad de continuar el disco.

-Además de la presentación del álbum, ¿tiene previsto realizar otros proyectos?

-Por el momento el disco atrapa toda mi atención. Sin embargo, últimamente he estado participando en distintos proyectos en homenaje a artistas como el poeta español Leopoldo Panero o al referente de la música prehispánica Jorge Reyes. Tampoco descarto volver a hacer algo parecido.