Polifacético e inquieto, Víctor Coyote no se ha limitado a cultivar una única faceta artística, sino que mueve entre una y otra con la agilidad de un felino. El cantante, compositor y pintor tudense se autodefine como "hombre multitarea" y reconoce que su versatilidad dificulta que el público le ubique, algo que, por otra parte, tampoco le quita el sueño. La música es la que le trae estos días a Galicia, donde ofrecerá tres conciertos en cuatro días: hoy en Lugo, dentro del "Ágora Cultural"; mañana en A Guía, en Randufe, Tui (Bar Pancho, 22.00 horas), y el domingo 19, en Beluso, Bueu (Chiringuito de Tuia, 22 horas), este último acompañado por Pablo Novoa y Ricardo Moreno.

- Toca todos los palos. ¿Hay alguna de sus facetas que le tire más?

-Yo tengo más ojo que oído, pero, a base de esfuerzo, se puede ir mejorando en todo. Hace tiempo que decidí, no sé si acerté o no, seguir un poco con todas mis facetas y no centrarme demasiado en ninguna, sino ser multitarea. También viene dado porque no hubo ningún momento en que tuviera un hit en la música o algo de gráfica superpotente para que tuviera que abandonar la música. Además, creo que todas se complementan, aunque a la gente le cueste ubicarme a veces.

- Es un poco un todoterreno...

-Bueno, un poco sí, pero también lo soy porque he ido haciendo trabajo por encargo. Parece que los artistas trabajamos para lo que nos gusta y el resto del mundo está jodido porque no hace lo que quiere. La creatividad no llevó a Velázquez a buscar al rey para retratarlo. Hay una imagen muy romántica del artista que a veces sí se corresponde con la realidad, pero otras no. Yo creo que hay trabajos que he hecho por encargo de los que estoy más satisfecho que de otros que no lo son.

- En Galicia va a dar tres conciertos en cuatro días. ¿Lleva todo el verano tocando tanto?

-Este verano he tocado más bien poco, aunque en los últimos años estoy tocando bastante; a lo mejor más que en los ochenta, lo que pasa es que toco en sitios pequeños y con formaciones reducidas, en dúo o en trío, y los cachés son menores porque ahora la industria del disco está así. Lo que pasa es que mi último disco ["De pueblo y de río"] salió hace dos años y pico, y el tirón va bajando.

- ¿Para cuándo un disco nuevo?

-Pues igual saco un single de adelanto para otoño. Mi intención es que el disco no se vaya mucho más del año próximo. Además, ya tengo la mayoría de las canciones y ya estoy ensayándolas.

- ¿Nos sorprenderá de nuevo?

- Estoy cansado de hacer giros de 180 grados. Mi segundo disco fue electrónico después de haber hecho uno como de tex-mex y "De pueblo y de río" es un disco de versiones, y muy mío en cuanto a instrumentación. Ahora quiero hacer un disco con canciones mías, pero que tenga un fuerte componente también mínimo. A lo mejor no sorprende mucho y a lo mejor simplemente por las letras sorprende. No lo sé.

- Sé que no le gusta hablar constantemente del pasado, pero, ¿tocará algún tema de Los Coyotes?

- Sí, sí. A ver, sobre el tema de la nostalgia y de los ochenta tengo una postura muy clarita: yo no reniego de canciones antiguas e incluso he hecho algún concierto con Los Coyotes, pero yo me muevo en unos porcentajes de nostalgia en mi vida del 15 al 18%. Hay canciones como "Cien guitarras" del año 84, que habla sobre la lucha de las mujeres en Centroamérica, que defenderé siempre. Pero hay otras que me parecen muy de adolescentes y con las que ya no me siento identificado.

- Da la impresión de que hay más nostalgia entre el público de los ochenta que entre los artistas de la movida.

-Puede ser. Hay gente para la que la música de los ochenta ha sido la banda sonora de su juventud y ha dejado de escuchar música, por lo que esa es la referencia que tiene. ¿Qué pasa? Que dicen que el reggaeton es una mierda, que no hay música como la de los ochenta...