Roi Méndez (24 años) actuará este viernes en el auditorio de Castrelos junto a la tropa de "triunfitos" formada por Aitana, Ana Guerra, Cepeda y Miriam. El santiagués, cuya vida musical ha estado marcada por McFly, The Beatles y Queen, acaba además de estrenar su nuevo single, "Por una vez más", que cuenta con dos millones de visualizaciones en Spotify y tres millones en YouTube.

- ¿Por dónde anda?

-Me pilla en Madrid. Hace un calor horrible, tengo hasta los codos secos...

- No será para tanto. ¿Qué tal le está sentando el verano?

-Es mi verano soñado. Como todos los años, estoy trabajando. Pero este es distinto porque estoy trabajando para mí, para mi futuro. Y, la verdad es que así se coge el trabajo con más ganas.

- ¿Recuerda a qué edad entró en el mundo de la música?

-Empecé siendo guitarrista en un grupo de amigos y a los diecisiete años me metí en una orquesta. En cuanto a cantar, es una afición que tengo desde muy pequeño, pero fue en OT cuando realmente empecé.

- En un año pasó de guitarrista de la orquesta Olympus a tener una carrera individual como cantante. ¿Cómo fue el cambio?

-Aun antes de Olympus, yo había empezado a tocar en una que se llamaba Principal. Así que estuve viviendo en Vigo durante un año y me encantó. Con el tiempo me cambié a otras orquestas y, entonces, me llamó la de Olympus. Eso es como el fútbol, hay una especie de mercado de fichajes.

- Ahora, si tuviera que elegir entre micrófono y guitarra, ¿cuál elegiría?

-Emmm... Me gustan los dos, pero depende. Como en la orquesta me obligaban a tocar bien me gustaba más cantar, pero ahora como lo que tengo que hacer es cantar bien, es como que me apetece tocar más la guitarra. Tengo menos presión.

- ¿Cómo definiría su paso por la academia?

-Fue un bum, que, como bien indica la palabra, no es para siempre, así que tengo que aprovecharlo. Estoy supercontento. Es la mejor experiencia que he tenido nunca y sobre todo estoy tranquilo porque sé que he dado lo mejor de mí mismo durante el concurso. No me he quedado con la sensación de que podría haberlo hecho mejor. Al contrario.

- ¿En qué se basa para creer que su éxito en OT es temporal?

-Al final lo que cuenta son las canciones. Es la música y lo que trabajes. No puedes vivir de OT toda la vida. Hay que hacer más cosas y a mí, por suerte o por desgracia, me gustan muchas cosas. Me encanta actuar. Tengo un proyecto audiovisual entre manos...

- ¿Podría darnos alguna pista de ese proyecto?

-Se llamará el "Plan de Roi". Es una serie documental que se emitirá en una plataforma digital.

- Hay muchos artistas que comenzaron en el mundo de la canción y luego probaron las cámaras y no les fue nada mal. Mire Lolita...

-Sí, pero yo sobre todo lo hago porque si bien la música me divierte y me apasiona, actuar me divierte lo más grande. Porque es como medio de coña... es como una parodia de lo ridículo que somos a veces las personas en el querer aparentar. Me río de mí sin ser yo así, y es como mi plan para sobrevivir al bum de OT.

- Y, estando en la academia, ¿se siente uno ensombrecido por la notoriedad de los primeros "triunfitos"? Bisbal, Bustamante, Chenoa...

-No. Fíjate que cuando se emitió la primera edición de OT, Aitana y Amaia tan solo tenían un año. Son referentes nuestros, pero no los asociamos tanto a OT como a otro tipo de actuaciones posteriores a su entrada en el concurso.

- ¿Qué tal es su relación con el resto de concursantes?

-Somos como hermanos, nos vemos mucho pero ahora al quedar tan pocos conciertos estamos un poco tristes.

- El próximo viernes actúa en Castrelos junto a Aitana, Ana Guerra, Cepeda y Miriam. Las entradas ya están agotadas. ¿Siente nervios?

-Tocar en Galicia es siempre una gran responsabilidad. Me gusta presumir de tocar aquí con mis compañeros. Les digo "vais a flipar", y claro, después quiero que a mis compañeros les guste Galicia y viceversa.

- ¿Cómo recibís el hecho de ser quienes cerráis la temporada de conciertos en Castrelos?

-Un honor. Sinceramente es un privilegio.