En un año de Óscars muy mexicano la canción que se llevó la estatuilla tiene que ver con una historia mexicana, la que se plasma en "Coco". Además se puede escuchar (oficialmente) en español. "Recuédame" ("Remember"), que así se titula, es una pieza tierna, infantil (y adulta) y, sobre todo, se queda enredada en el oído de cada cual. También tiene que ver con México (con Gillermo del Toro y "La forma del agua") el Óscar a la banda sonora, vía el compositor Alexandre Desplat, que tiene un sello propio ya plasmado, aunque con otro tono musical, en "Hotel Budapest". La BSO de "La forma del agua" tiene un punto de emoción en el inicio, con una melodía con sensación a silbido que penetra al instante. Con la cuestión musical hubo un guiño a Tom Petty, que sonó en el recuerdo a los fallecidos.

Fueron algunos momentos de la gala de los premios absolutos del cine que se entregaron (y celebraron) la madrugada pasada en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Y fue una gala con diversas reivindicaciones. La más contundente fue por los abusos sexuales, que Mira Sorvino, Ashley Judd y Salma Hayek representaron en nombre de muchas actrices acosadas que denunciaron a el productor Harvey Weinstein. Hubo un momento importante y contundente durante el discurso de Frances McDormand, Óscar a la mejor actriz, que emocionó a los asistentes. La actriz mandó ponerse de pie a todas las mujeres nominadas, sea cual fuere la categoría, y lanzó un monólogo tan veloz como brillante que se resume en que la mujeres tienen el mismo papel en el mundo que los hombres y que para ello no es necesario que les hablen en fiestas; en sus oficinas o "en las nuestras", dijo la protagonista de "Tres anuncios a las afueras". El presentador, Jim Kimmel, que "tiró" de una gala quizá pelín más plúmbea que en otras ocasiones (aunque algo pesado del mundo del espectáculo norteamericano sería una virguería en el resto del mundo) tuvo también su chispa con las mujeres: "La hemos cagado tanto que se van con un pez", dijo en alusión a "La forma del agua".

Naturalidad

Otra mujer, Jennifer Lawrence, dejó su sello con toque de naturalidad cuando hizo su desfile por encima de las butacas con la copa en la mano. Fue el momento desenfadado de la gala de los premios de Hollywood. También tuvo su "puntazo" el premio a Kobe Bryan por el corto por 'Dear Basketball'. La tenista Garbiñe Muguruza posó con el escolta de los Lakers. Todo esos y muchos más detalles, divertidos unos, no tanto otros, confluyó con el éxito de negros y latinos y la reivindicación en favor de los "dreamers" (jóvenes indocumentados a los que la administración Trump quiere expulsar). Por si acaso, Del Toro, lo dejó claro y dijo que él como tantos de los presentes era un inmigrantes; y remató con "viva México y Latinoamérica".