Hace algo más de tres años, decidió abandonar Madrid y buscar en otro lugar historias que inspiraran su obra. Y eligió Pontevedra, donde tiene pensando continuar viviendo. Ahora, Pablo Alonso "Mármol" presenta, por primera vez, las obras realizadas durante esta nueva etapa, y lo hace en Vigo, en la sala de arte Apo´strophe. "El oficio del arte consiste en transmitir mensajes, ideas, y es evidente que para tener algo que contar tienen que sucederte cosas", asegura. Y en este sentido, la capital ya no le susurraba historias que contar.
"Todos los alicientes que tuvo Madrid en su día ya no los tenía y lo que sí seguía teniendo era todos los inconvenientes", relata. Por el contrario, Galicia le aporta todas las vivencias que necesita para seguir creando. "Galicia no deja de sorprenderme. La oferta de sorpresas es enorme y el ambiente cultural es muy agradable", opina.
"Mármol. Dibujos y pinturas" es el título de esta muestra, que se inaugurará en la sala de arte del comercial Plaza Elíptica mañana y que podrá visitarse hasta el 31 de agosto. Se trata de una selección de pinturas acrílicas sobre lienzo y ceras, cuyo tema es la luz, y una serie de dibujos a lápiz en Din-3. Una de estas obras es "La Iguana", inspirada en la mítica sala viguesa. "Es curioso porque no se ve ninguna pared ni elemento estético, pero todo el mundo que la conoce y ve el cuadro dice: 'La Iguana'. Y es por su luz", explica.
El creador asegura que la luz artificial está tan presente en todos los ámbitos que a nadie le sorprende ni los colores ni las luces a las que está sometido, y esto se debe en gran parte a la cultura audiovisual. "La luz con la que estamos acostumbrados a ver es artificial y los colores también, y este es el tema de la exposición", explica.
"Mármol" no cree en el oficio de artista de ocho a tres. "Lo de levantarte a las ocho y meterte en el estudio a ver que pinto hoy no tiene ningún sentido. Las obras salen de las experiencias cotidianas y para esto, hay que salir, hay que ver cosas, conocer gente...", sostiene el artista, que se considera "un operador de cámara del arte", un símil muy vinculado a su formación en la escuela de cine, estudio que añadió a los de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, y su experiencia en cine y televisión. "De alguna manera soy como el que hace fotos allá donde va, aunque en mi caso yo fotografío con la cabeza", añade.
"Mármol" cuenta después lo que ve con ceras, con pinceles... "Después de tanto tiempo de aprendizaje académico y vivido -afirma- manejo muchas técnicas. Hay una técnica adecuada para cada mensaje. Cuanto tienes una idea tienes que decidir si es un cuento o es una ópera, una película o una obra de teatro, es decir, cada historia tiene su propio lenguaje. Y esta decisión es la primera que se tiene que tomar". También en las artes plásticas, de ahí que "Mármol" sea camaleónico, un maestro en el dominio de las técnicas, que adopta según la historia que quiere plasmar.
