Are you ready for blues tonight? (¿Están preparados para el blues esta noche?). Fueron las primeras palabras del guitarrista, teclista e intérprete británico John Mayall anoche en su actuación en el Auditorio Mar de Vigo. El inicio de una serenata de blues que contentó a los asistentes. Un público que acudió a ver a la leyenda más que al hombre.

Mayall es considerado por los entendidos de la historia de la música como el padre del blues británico. Sin embargo, él sigue sin considerarse a sí mismo una estrella y abomina de los grandes protagonismos, aunque se sabe que tiene un ego que llegó a chocar en alguna ocasión con el de Eric Clapton, en la época mientras tocaron juntos antes de que Clapton se embarcase en la aventura de Cream.

Se nota que ya sale al escenario sin ninguna presión, como el veterano que es. Mayall domina el directo. Estuvo las dos primeras canciones Why did you go last night y Somebody's acting cantando mientras le daba a los teclados y no cogió su guitarra hasta el tercer tema, Do I please you. A sus 83 años no le pesa nada, ni su carrera ni la expectación de su público.

John Mayall recorre estos días España (el broche final será el próximo día 21 en Barcelona) con su banda, con la que lleva ya varios años tocando, formada por el bajista Greg Rzab y el batería Jay Davenport, a quienes definió como "chicos de Chicago", una ciudad que, dijo, sabe bien cómo se hace el blues. En el año 1991 ya rehuía la etiqueta de superestrella y afirmaba que "lo único realmente importante para un músico de blues es el trabajo diario".

Cuando llegó el tema Blue Midnight apareció por fin en escena su característica armónica y se lanzó a tocarla en una peculiar postura como abalanzado sobre el micrófono. Mayall pidió el apoyo del público para el estribillo de Checking on my baby ("es algo que todos tenemos que hacer alguna vez en la vida", aseguró) y consiguió todo un coro que trató de imitar hasta sus más complejos sonidos guturales.

En el concierto también hubo espacio para temas de los primeros álbums del británico, como Demons in the night. Y un guiño a sus primeras épocas en Londres de joven a raíz de interpretar Blues for the lost days.

Se dice que tras una gira junto a John Lee Hooker, Mayall sentó las bases definitivas de su música, bases que le elevarían al número uno en el que continúa hoy en día. Con esta gira, en la que presenta su último disco de estudio editado este mismo año, Talk about that, revisita sus orígenes y dibuja el camino clásico del blues. El estilo musical por el que este británico apostó desde que se acercó a la música.

Es su voz la que parece haberlo hecho idóneo para el blues, con la gravedad justa y lo suficientemente rasgada como para sorprender en algunos momentos. En este disco que seguirá presentando por Europa, Talk about that, se lazó a componer ocho de sus once temas, todos inéditos, algo que fue una gran sorpresa para sus seguidores.

Su disciplina de trabajo puede provenir de su etapa en el ejército. Con 18 años le reclutaron para acudir a la Guerra de Corea y allí participó en la Banda Militar. A su vuelta ya no cejaría en su empeño en dedicarse a la música. En su actuación en Vigo llegó a poner a parte del público en pie al final. Su recital terminó con Chicago Line y varios minutos de fuertes aplausos, silbidos y ovaciones. Muchos eran conscientes de que la de anoche pudo ser su última oportunidad de ver en directo a esta leyenda del blues británico.