Ha trabajado con artistas como Alejandro Sanz, Shakira, Ana Belén, Joaquín Sabina, David Bisbal y Álex Ubago. Lulo Pérez (Cuba, 1975), productor musical de Alejandro Sanz y ganador de seis Premios Grammy, desmembrará uno de los mayores éxitos del cantante madrileño, "No es lo mismo", en la primera clase magistral que ofrecerá en Vigo, el próximo 4 de marzo. "No es lo mismo. Track by track" mostrará algunas de las claves musicales que llevó al éxito de este disco en una sesión concebida tanto para profesionales como para aficionados a la música. El artista cubano comenzó a colaborar con el cantante madrileño en su disco "Más" y su colaboración más reciente es en "No madura el coco", uno de los temas de su último elepé, "Sirope".
-¿En qué consiste el trabajo de un productor musical?
-En mi caso, Alejandro me entrega las canciones con una voz y la guitarra y a partir de ahí empiezo a hacer los arreglos musicales, cambios de acorde, armónicos... Hay muchos tipos de productor musical. Yo en el caso de "No es lo mismo" más que un productor ejecutivo me encargo más de la música en general.
-¿Qué convierte un tema en un éxito?
-En el caso de Alejandro, sus letras. La fuente de la composición de Alejandro son los mensajes que envía, que te atrapan y hacen de sus canciones números unos. "No es lo mismo" funciona igual con guitarra y voz que con toda una banda de músicos.
-Y en estos temas, que funcionan por sí solos, ¿qué papel juega el arreglista?
-Digamos que su papel es aclarar un poco las partes del tema, separar los estribillos de los versos y darle más energía a la parte que quieras que sea más importante.
-¿Y se puede prever que el tema será un éxito antes de comenzar esos arreglos?
-Por la melodía y en enganche que pueda tener se puede ver, sí.
-¿Un arreglista puede convertir un tema mediocre en uno bueno?
-También, también. Hay muchos casos. No es que sean temas malos, pero en el caso de los discos de boleros de Luis Miguel, por ejemplo, la función del arreglista es primordial; más que la del ingeniero de sonido. Los boleros son boleros sencillos de toda la vida y para darle un toque diferente la base tienen que ser los arreglos y la instrumentación porque lo que es la canción no va a sorprender. En este caso el éxito está en la forma en que se plantea esa canción para hacerla novedosa. Es muy interesante esto.
-¿Cómo vive usted la crisis como productor y como artista?
-La piratería y la crisis forman parte ya de la industria discográfica. La piratería en 2001 y 2003 fue horrible, pero hoy la gente ya cuenta con la piratería. La vida de un proyecto no se basa en que no lo pirateen porque ya se cuenta con ello.
-¿En qué se basa entonces?
-En la forma en que lo hagas, en el marketing, en el presupuesto que tengas para hacer promoción. Hoy cualquier radio de cualquier país te pide una millonada por ponerte un tema. Hay muchos temas financieros que rodean la música y que la complican.
-¿El directo es lo que queda?
-Lo emocionante de la música no es encerrarse en un estudio de grabación, sino compartirla con la gente en un concierto, provocar que la gente compre el disco porque tú das el concierto.
-Ahora está más centrado en su propia carrera como cantante...
-Sí, de hecho ahora estoy en España porque necesito grabar unas cosas flamencas para mi disco.
