Hace dos mil años en la región romana de Gallaecia, un centurión romano realiza una peligrosa misión portando un misterioso objeto. Esta idea es parte de la trama del cortometraje "Kai", del director Bernardo Leyte, que desde este miércoles y hasta el próximo 23 de febrero se graba en Vigo. La sensación de fantasía y sueño serán claves en el rodaje, avanza el director.

El estudiante de cine vigués Bernardo Leyte, después de residir en Reino Unido y Alemania, regresa a casa para grabar su ópera prima, un proyecto de fin de Máster en la London Film School. Se trata de un corto de género épico psicológico sobre un centurión romano, para cuya financiación el joven de 23 años echó mano de una operación de micromecenazgo que resultó exitosa. Leyte se ha inspirado en mitología romana y en la idea del eterno retorno, encarnada en el descendiente de ese centurión romano. "Decidí volver a Vigo y también a Gondomar, a escenarios personales.

La idea es llevarlos a una historia ficticia, con fantasía", comenta Leyte, luego de lograr los permisos pertinentes en Vigo Film Commission. El objetivo resultó cumplido a juzgar por las primeras impresiones. "A la gente le ha gustado mucho la zona y Vigo, con esa mezcla de industria, mar y bosque, crea una estética que no hubiéramos podido conseguir en Londres", asegura. Aún así, aclara que el lugar mágico que mostrará el cortometraje no quedará explícitamente definido.

La mitad del equipo de unas quince personas que trabaja en el proyecto procede de la escuela de cine londinense, con una alta presencia internacional, por lo que son de diversas nacionalidades -productor venezolano, ayudante de dirección americana, sonidista china...-, comenta Bernardo Leyte. "Lo que me gusta es que está trabajando mucha gente del cine de Vigo", destaca.

Con un presupuesto recaudado de unos 3.873 euros, provenientes de 46 donantes de todo el mundo, la idea fílmica busca un "alto nivel de precisión". Y aunque la premier, o estreno oficial de la película, será en la London Film School, el director prevé que el corto viaje -y compita- en festivales internacionales y, por supuesto, se proyecte en Vigo.