Los medios de comunicación, su forma de mostrar la realidad y la manera en que la recibe la audiencia son el centro de "Zenit: la realidad a su medida", el nuevo montaje de la compañía catalana Els Joglars, que llega este martes a Galicia. Dirigida por Ramón Foserè y con Pilar Sáenz, Dolors Tuneu, Xevi Vilà, Julián Ortega, Juan Pablo Mazorra y el propio Fontserè en el elenco, "Zenit" se podrá ver este martes y miércoles en el Teatro Afundación de Vigo (20.30 horas), el jueves estará en la sede de la entidad en Pontevedra y el domingo llegará al Teatro Colón de A Coruña.
-"Zenit" es una crítica hacia el periodismo actual, ¡aquí no se salva ni uno!
-No tenemos nada en contra de los periodistas, ni mucho menos. De hecho, tengo muchos amigos periodistas. Justamente por eso, por las cosas que me iban contando, me pareció interesante escribir esta obra. Creo que es importante en estos momentos hacer una reflexión sobre la responsabilidad compartida que tienen los medios y los lectores. El periodismo ha ocupado durante años un lugar estratégico y peligroso. Hoy, a través de las nuevas tecnologías, la información es tan rápida y constante que hay que alertar al lector para que no se trage todo lo que le echan, que sea más responsable y crítico.
-Las noticias requieren esa rapidez...
-Sí, pero se está perdiendo la necesidad de investigar y de contrastar esas noticias. Entre los personajes hay un viejo periodista que reclama cierta ética, que recuerda que no puede ser todo por las ventas.
-El problema es que el lector/ espectador, también demanda esa rapidez.
-El periodismo nació de la necesidad de transmitir información vital para la sociedad, pero poco a poco se ha convertido en un negocio del entretenimiento. Me parece muy triste que las noticias más visitadas sean las más tontas o las que se centran en anécdotas, como que Putin se tropezó, mientras que la política en Ucrania o la corrupción se dejan pasar de largo. Y va todo tan rápido que aparece una noticia y, antes de que se esclarezca, ya hay otra que se le pone por delante.
-Y todo ello, con un lenguaje "made in Els Joglars".
-Por supuesto, utilizamos un lenguaje muy directo, con mucha música, y se usa lo mínimo la literatura; solo en los momentos en que se haga esencial. La escenografía es vertical, para simular la sede del New York Times, con las distintas redacciones en cada piso. Luego se transforma en el metro... Nosotros siempre utilizamos el espacio para jugar porque el teatro es un juego. Lo primero que se me había ocurrido era trabajar alrededor de los medios como un circo, pero al final eso quedó solo en una escena, así es mucho más metafórico y singular.
-Han realizado un documental sobre el proceso de creación del montaje, ¿por qué?
-Sí, lo rodó Arancha Aguirre y me parece interesante; muestra cómo nace el montaje, desde el primer momento en que nos reunimos y empezamos a aportar ideas, a los ensayos, el estreno... Hay momentos de caos, de pánico, de euforia, de luz... Se estrenará en el Teatro María Guerrero, en Madrid, el 20 de marzo, aprovechando que estaremos allí con la obra durante tres semanas. Y la idea es mostrarlo en las ciudades a las que vayamos más de tres días.
-¿Cuándo para la mente de Els Joglars?
-Nunca, porque nos exigen estar constantemente en el baile e ir enlazando un montaje con el siguiente. Conseguir bolos es cada vez más difícil e ir dos días a un teatro, aún más.
-Y mantener una compañía de más de cinco actores durante más de medio siglo supongo que más aún.
-Sí, ahora se llevan los musicales y los monólogos de personajes famosos; lo demás es toda una hazaña. Pero, a pesar de las dificultades, nosotros seguimos disfrutando del teatro. Poder seguir jugando siendo ya talludito es un placer enorme.
