María Adánez comparte escenario esta noche con Roberto Enríquez en el Teatro García Barbón Afundación a las 20.30 horas en una obra, "El pequeño pony", sobre el acoso escolar desde la perspectiva de una pareja que se enfrenta a ello, con un texto de Paco Becerra basado en la historia real de un niño estadounidense que fue víctima de bullying hace dos años. Dirigidos por Luis Luque, Adánez destaca que venir a Vigo con la gira siempre es "plaza importante".

-Vuelve a Vigo con una obra que cuenta un tema, por desgracia, todavía de actualidad. ¿Cómo viven ahora casos de acoso escolar?

-Afortunadamente la prensa se ha sensibilizado con un problema que considero muy antiguo y que no es cuestión de niños. La sociedad se está dando cuenta de que es un problema real y ya no son casos aislados. Desgraciadamente en los últimos meses hemos visto consecuencias brutales a este problema pero creo que dentro de poco va a ser rechazado de plano por toda la sociedad.

-¿Cómo se preparó el papel junto a su compañero en escena Roberto Enríquez? ¿Es necesaria cierta complicidad?

-Esta obra es un partido de tenis, estamos los dos solos en el escenario ante el peligro. En cualquier función tienes que tener una generosidad, una complicidad y un nivel de comunicación con tu compañero que, en cualquier caso, si no se da, echas mano del oficio lo que pasa es que es más duro trabajar así. Trabajamos en equipo con Paco Becerra, que escribió un texto fantástico con unos personajes muy bien definidos, y con Luis Luque, a quien considero uno de los mejores directores jóvenes de este país. El punto de vista de la función estaba claro desde el principio y eso nos hace más fácil el trabajo a los actores.

-El gran público la conoce por sus papeles de comedia, ¿qué siente en la piel de este personaje?

-La gente me conoce más en comedia por la televisión pero para el público de teatro no es raro verme haciendo papeles dramáticos porque en mis doce años de carrera han sido mayoría. La verdadera esencia de María está en el teatro, con todos esos personajes llenos de luces y sombras que he tenido la suerte de poder ir eligiendo, desde Salomé, la señorita Julia, las brujas de Salem y ahora esta Irene, que es un personaje que no había hecho antes en mi carrera, quizá también por la edad que tengo. Ahora mismo tengo un poquito más de sabiduría y entiendo mejor el dolor, eso me ha hecho enfrentarme a esta protagonista de una manera más honesta.

-A menudo se habla de que los actores se llevan los personajes a casa tras la función, ¿es posible hacerlo con esta Irene de "El pequeño pony"?

-Es un personaje y una función dura y, evidentemente, lo de llevarte a casa al personaje es una metáfora, si no los actores estaríamos locos. Yo, desde luego, intento tener salud en mi vida, me gusta muchísimo mi profesión pero también mi vida y cada día intento dejarlo todo en el camerino del teatro.

-¿Puede compaginar la gira por España con otros proyectos?

-Por ahora estoy centrada en "El pequeño pony" al cien por cien y estoy a punto de ponerme a ensayar otra función, también dirigida por Luis Luque y con la misma productora. Por lo tanto pronto estaré compaginado ambos papeles.

-La función se atisba muy dura por el tema que trata pero, ¿se pasa mal todo el tiempo?

-Por supuesto que no, no es pasarlo mal gratuitamente. Es una función muy interesante donde lanzamos muchas preguntas al público y pocas respuestas. A mí me gustan estos textos porque hacen pensar. Creo que todos los que han venido a verla, también los niños, se sienten identificados con algo porque es un problema nuestro, de todos. No hay ideologías políticas ni religiones, es un problema de la sociedad que hemos construido entre todos, no es cosa de niños.

-Es una obra para reflexionar.

-Claro, en el arte y en la cultura uno de los primeros motores aparte del entretenimiento o junto a él ha sido hacer reflexionar al ciudadano. Este país está muy regañado con la cultura, y en seguida nos la quieren quitar, prefieren que estemos con el yugo de otras cosas y que no pensemos por nosotros mismos. La cultura no es un arma peligrosa.