Berlín, 1943. El comandante Heinrich Himmler, junto a un mapa de Europa donde Galicia aparece destinada al cultivo de kartoffel (patata), firma una orden para Otto Ranh, investigador que dirige la Sociedad de Estudios para la Historia Antigua del Espíritu. Las órdenes son trasladarse a Vigo a hacerse con la fórmula del brebaje con que una curandera medio "meiga" sanó de forma milagrosa de las infecciones venéreas que los ingenieros alemanes que trabajan en las minas de wolframio contrajeron en los prostíbulos del puerto de Vigo. El Servicio Secreto Alemán aprovecha la misión para terminar con los robos y sabotajes que sufren los cargamentos de wolfram.
Con este argumento basado en hechos reales los hermanos vigueses Ramón y Xosé Trigo dan vida a su segunda novela gráfica juntos, "Lobada", que fue finalista del Premio de Banda Deseñada "Castelao" y acaba de publicarse.
En la Segunda Guerra Mundial, Galicia tuvo un papel muy importante por su situación geo-estratégica, ya que sus rías sirvieron de cobijo a submarinos, mercantes, redes de telecomunicación... Además, esta comunidad poseía el 90% del mineral wolframio en España, que era clave para la industria armamentística nazi. Todo esto convirtió a Vigo en un nido de espías, propiciando historias de contrabando, traiciones y crímenes. "Lobada. Operación Kartoffel" cuenta una de estas historias.
"La novela está planteada como un expediente judicial, en el que cada capítulo comienza con una prueba, que es un documento real", relata Xosé, autor del texto, que parte de lo que originalmente era un guion cinematográfico. Entre esos documentos se encuentran el del proceso de unificación política del galleguismo, fotos inéditas de la Legión Cóndor en Vigo en 1939 o informes del destacamento penal de las minas de Silleda. "El objetivo es hacer ver a la gente que los nazis eran familiares cercanos, no unos locos ajenos; es bueno que todos tengamos memoria del pasado", explica el escritor, que recuerda que el Colegio Alemán, situado en la actual calle Pi y Margall, "era un verdadero refugio nazi que ocultaba a militares, espías y tripulantes submarinos".
La novela está planteada como dos historias paralelas: una la de los espías del wolframio y otra la de la aparición de los cadáveres de unos oficiales alemanes cerca de las minas de Silleda. "No es una lectura lineal, sino que el lector va recibiendo las pistas y se implica en la resolución del crimen", apuntan sus autores.
Por su parte, las ilustraciones de Ramón -realizadas en tinta china aguada y lápiz carbón- "buscan la estética de la fotografía y los documentos de la época, por lo que elegí el tono sepia", describe el dibujante. Entre los escenarios aparece el Berbés, tal y como era en la época, la lonja de Vigo, las Cíes...
Xosé y Ramón dedican la obra a la memoria de su padre, Manuel Trigo, que estuvo encarcelado al terminar la Guerra Civil, y a los compañeros libertarios que continuaron luchando contra el fascismo.
Los hermanos ya trabajaron juntos en "O burato do inferno", sobre el fenómeno del contrabando a pequeña escala en el Baixo Miño y el norte de Portugal. En estos momentos ultiman "El pozo de Sintra", una novela gráfica que recupera a los personajes de la primera.
