Un presupuesto muy escaso pero pasión por doquier. Un grupo de estudiantes universitarios gallegos y un grupo de mayores, trabajadores y jubilados, han conseguido sacar adelante su primer largometraje, "El secreto". Dirigida por el vigués Ángel Fernández, de la productora BoscoVisión, la cinta cuenta con la participación de una veintena de actores aficionados, encabezados por los jóvenes Nerea Álvarez y Alberto Medeiros, a los que acompañan, entre otros, Javi García, Roi López y Fabio Álvarez.
A pequeños pero firmes pasos, el rodaje de la película ha precisado casi dos años para completarse y ha tenido como escenario Galicia, Asturias, Gran Canaria y Turín (Italia). Este viernes (20.30 horas) será la puesta de largo de la cinta en el Cine Salesianos de Vigo, que contará con la presencia de actores y equipo técnico.
"Todo el mundo ha trabajado con mucha ilusión y creo que la experiencia ha merecido la pena", asegura el director de la película, que ha dirigido casi 90 cortos y la serie "Los trotamundos". "Además, el hecho de ser un cine amateur en realidad nos ha servido para que nos abrieran mejor las puertas en muchos sitios en los que un cine profesional lo habría tenido más complicado, como el Museo de Tierra Santa en Compostela", destaca.
En concreto, en Galicia rodaron en Vigo, Ourense, Santiago de Compostela, el Pazo de Torres Agrelo (Redondela), Castro de Baroña (Porto do Son), Xunqueira de Ambía, San Pedro de Rocas (Esgos - Ourense) y Randufe-Tui.
La cinta cuenta la historia de Sara, una estudiante de arqueología que encuentra en un castro celta una ánfora que contiene una tela de lino del siglo I D.C. La joven hará su trabajo de fin de carrera investigando el hallazgo, pero hay personas interesadas en el descubrimiento porque puede cambiar la historia de la humanidad.
"El cine aficionado es la base del profesional; es constancia, fidelidad y ganas de trabajar. Para todos ha sido muy interesante porque somos muy apasionados del cine", apunta Ángel Fernández, al tiempo que anuncia que mandarán la cinta a varios festivales.
Entre los actores, la mayoría pertenecen a grupos de teatro aficionado. Alberto Medeiros -que estudia tercer curso de interpretación en la ESAD- es el único que piensa en dedicarse profesionalmente a este mundo. "La experiencia vital ha sido muy buena y también ha sido interesante participar en un proyecto de este tipo porque aprendes cómo funcionan todos los procesos", opina el joven., que destaca que trabajar junto a actores mayores también ha sido muy grato. "Todos teníamos la misma ilusión y ellos se adaptaban a todo muy bien", destaca. "Hemos rodado con muy pocos medios, sin iluminación ni micros, con cámara en mano... y el resultado no está nada mal", concluye.
