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FARO entrevista la historiador, arqueólogo y etnógrafo

Felipe-Sénen López: "El carnaval es un barómetro para medir la cultura de un país"

"El Entroido es una muestra etnoarqueológica con sustratos de todas las épocas"

El historiador y etnógrafo Felipe-Senén López.

Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Santiago y académico de la sección de arqueología y museología de la Real Academia Gallega de Bellas Artes, Felipe-Senén López es uno de los máximos divulgadores del Entrodio. Este arqueólogo y etnógrafo ourensano explica que el carnaval es un barómetro para medir la cultura de un pueblo. Hoy, en la sede de la academia, hablará del "Origen y originalidad del Entroido en Galicia".

-¿Debemos hablar de entroido gallego o de entroidos gallegos?

-El carnaval gallego es una muestra etnoarqueológica con sustratos de todas las épocas, pero no solo en disfraces y en máscaras, sino también en rituales y en su significación. Este significado es fundamentalmente agario y está relacionado con ese sentido del despertar de la primavera. Es cierto que hoy muchas historias han desaparecido por distintas circunstancias, pero en el carnaval hay un substrato prehistórico de la recuperación de la vida a través de la primavera. Entonces, aparece algo que da la vuelta a los roles, que son la máscara y el disfraz, y que permiten experimentar y provocar la catarsis a través de esos limites que tiene la propia libertad, buscando la socialización, fortalecer el grupo frente al monstruo de la oscuridad. El carnaval rural tiene esa fuerza original: en tierras de Viana do Bolo, los "boteiros"; en Monterrei los "peliqueios" y los cigarróns" de Verín, en tierras de Xinzo de Limia los "pantallas"; en tierras de Carballiño, os "felos"; en las de Ulla, los "generales"; en la de Morrazo los "galanes y galanas".

-¿De cuándo datan las primeras referencias escritas del Entroido tal y como lo conocemos hoy?

-En textos de la Santa Inquisición de los siglos XVI y XVII ya aparecen rituales asociados con fiestas sobre rituales mágicos, que son más profanos que sacros. Pero para encontrar su origen tenemos que remontarnos al momento en que el ser humano tiene uso de razón y observa que hay unos cambios en la naturaleza. Después, a lo largo de la historia, adquiere distintas representaciones y se va desviando. Incluso la contemporaneidad ofrece muchísimas historias. Hoy es un carnaval hecho por catálogo, muy mediático, con influencias del carnaval de Brasil y las batucadas, de venecia y sus máscaras... El carnaval es una especie de barómetro para medir el estado de la cultura y la creatividad de un pueblo.

-¿Esta mediatización pone en peligro la esencia del Entroido?

-Hoy vivimos una época mediática por excelencia, donde la cultura es espectáculo y comercializamos con ella y esto tiene muchísima fuerza, pero luego está la cultura de un pueblo, que debe saber incorporar y también rechazar los feísmos. Galicia es un país de encrucijadas y puertos y todo este sincretismo lo ha habido siempre. En las tradiciones gallegas están los mantones de Manila, los camelios y los magnolios... El carnaval del sur de Ourense tiene cosas muy similares a las que hacen los descendientes de los mayas y los incas. ¿Por que? Porque muchos de los conquistadores y misioneros llevaron allí nuestras tradiciones, pero también trajeron las de allí. Galicia siempre ha sabido incorporar lo que le llegaba de fuera y envolverlo en su personalidad para que no le devore, aunque no siempre. La riqueza es enorme. Por ello es urgente un museo del traje que preservar todas estas tradiciones.

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