El nuevo puente tendido sobre el Louro para dar comunicación a la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR) situada en Guillarei, en el municipio de Tui, recién acabada por la Confederación Hidrográfica, ha desatado críticas por parte de la sociedad tudense, pues esta nueva estructura actúa de gran murallón que oculta por completo la del antiguo puente medieval, popularmente llamado "puente romano", especialmente apreciado por la ciudadanía tudense.

Personas que recientemente participaron en las Xornadas sobre Patrimonio Histórico y comprobaron en su recorrido el resultado de la actuación, tachaban de "barbaridad" la ubicación del nuevo puente que no permite la visión del medieval desde uno de los principales accesos. Además consideran inapropiado el tipo de firme elegido para la recuperación del puente medieval.

El alcalde de Tui, Antonio Feliciano Fernández Rocha, el concejal de Cultura moisés Rodríguez y presidentes de diversos colectivos culturales y relacionados con el patrimonio de Tui, han coincidido casi al unísono en estas apreciaciones, reconociendo que ya no hay vuelta atrás en la obra de la nueva estructura que, a su vez, reconocen imprescindible, pero a otra altura del cauce del río, sin necesidad de perjudicar el paisaje que durante siglos ha tenido como elemento principal el "puente romano" y el mismo río Louro, ahora tan contaminado.

Pocas alternativas

Fernández Rocha explicó que para el nuevo puente que forma parte del proyecto de accesos a la nueva depuradora "no habían muchas alternativas", refiriéndose a soluciones técnicas. Aún así considera que el impacto pudo ser todavía mayor dado que "el puente quedó algo más bajo de lo que se pensaba". A la vista de todo lo dicho, manifiesta que "estoy de acuerdo con que el nuevo puente esté ahí". Discrepa en cuanto al remate de hormigón y a que el Concello de Tui sea quien deberá acometer el acondicionamiento del carril bici. Resalta que no se dispusieron accesos para minusválidos y que todavía no se ha instalado el alumbrado que estaba previsto para clocar en el mismo firme. En cuanto al puente medieval, informa que "no estoy de acuerdo con el pavimento elegido, pero Patrimonio dice que es el tradicional". Asegura que manifestó sus quejas en el momento adecuado y también por las dificultades que presenta para el acceso a personas con falta de movilidad.

El concejal de Cultura, Moisés Rodríguez Pérez, razona que "no es posible que defendamos un puente medieval y se construya un murallón que lo tapa". Considera que los técnicos deberían tener en cuenta la estética, pero entendemos "que Patrimonio es el organismo que más sabe y con quejarnos poco se puede hacer".

El hecho de que el proyecto del nuevo puente se presentase incluido como uno de los accesos a la EDAR, ha propiciado que en su periodo de exposición pública pocas personas supiesen lo que suponía su ejecución. El mismo concejal de Cultura reconoce no haberlo visto. "No es una obra que realice el Concello y considero que es una verdadera aberración a la que veo complicada la solución".

Eduardo Cadenas Dapena, presidente de la asociación Amigos da Catedral opina que el nuevo puente "queda feo" en el paisaje, pero la obra es una exigencia de la Confederación Hidrográfica, que le dio altura, quizás pensando en riadas. Prefiere pensar en positivo, pues hay conexión directa desde la Avenida da Concordia. Sobre el antiguo puente espera a que se acondicione su entorno para opinar. Se refiere a la obra "Reparación da Ponte da Veiga". Está dirigida por el ingeniero Manuel Durán Fuentes. El presupuesto asciende a 200.000 euros, el 75 por ciento financiado por el programa Traslatio II y el 25 por ciento por el Interreg III-A. La empresa adjudicataria es UTE ZUT S.A. e IBEC S.L.