Las trabajadoras del SAF se encierran en el Concello de Ponteareas tras un mes en huelga
Pasaron la noche en el salón de plenos y abandonaron por la mañana
El gobierno municipal abre un expediente sancionador a la empresa por siete faltas, por las que le reclama 22.500 euros

Las trabajadoras del SAF de Ponteareas que pasaron la noche en el salón de plenos. / FdV
Las trabajadoras del Servicio de Ayuda en el Hogar (SAF) de Ponteareas ya superan el mes en huelga sin ningún tipo de acercamiento con la empresa concesionaria, Óbolo. «Solo hay una salida a este conflicto: que se rescinda el contrato», declaró este miércoles la representante sindical de la CIG, Mercedes Domínguez, a las puertas del Concello de Ponteareas, donde pasaron la noche en una nueva acción reivindicativa que, aclaran, «no hacemos para conseguir mejoras, sino para que nos den lo que es nuestro».
El encierro en el interior del salón de plenos se produjo tras una sesión plenaria, con carácter ordinario, en la que, entre otros asuntos, compareció el concejal Francisco Jesús Represas, representante del gobierno local en este conflicto laboral, y se debatió la propuesta de abrir un expediente sancionador a Óbolo.
En este sentido, Represas explicó que el inicio del expediente sancionador contra la empresa concesionaria del SAF se debe al retraso en el cumplimiento de los pliegos de la adjudicación del contrato en diferentes cuestiones. Se contabilizan un total de siete faltas: cinco graves, una muy grave y una leve, por las que se reclama a la empresa una sanción económica de 22.506 euros.
Por otro lado, Represas contestó a las preguntas que hicieron los grupos de la oposición en la solicitud de comparecencia. Explicó que, actualmente, el gobierno local forma parte de las reuniones entre Óbolo y la CIG, pues hay un mediador propuesto por la Xunta. También recalcó que el Concello no rescató a la empresa, sino que «priorizó garantizar las condiciones laborales de los trabajadores y, en paralelo, trabajó en la apertura del expediente sancionador».
Por último, sobre la posibilidad de rescindir el contrato, Represas advirtió que, en ese caso, el Concello debería volver a sacar a licitación un nuevo contrato y que la misma empresa podría presentarse nuevamente e incluso ganar si presenta la mejor oferta.
Por su parte, los grupos de la oposición BNG, PSOE y PeC, coincidieron en la mayoría de sus argumentos. Acusaron al gobierno local de no respetar a las trabajadoras del SAF y de querer salvar a la empresa, y puntualizaron que, si el seguimiento de la huelga ha caído, es porque las trabajadoras tienen cargas familiares a las que hacer frente.
Cerró el pleno la alcaldesa, Nava Castro, quien incidió en que «las consecuencias de la huelga van más allá de un conflicto laboral», apuntando a las personas mayores y dependientes, usuarias de un servicio esencial que lleva más de un mes bajo mínimos. Dicho discurso enfadó a las trabajadoras, que lo consideraron una nueva falta de respeto al colectivo.
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