El centro de día de las religiosas de Borreiros abre en septiembre

Las obras están terminadas y se inaugura hoy a la espera de la licencia de actividad

Dispone de 40 plazas que subvencionará la Xunta

El nuevo centro de día Madre Rosario, en Borreiros, Gondomar.

El nuevo centro de día Madre Rosario, en Borreiros, Gondomar. / Modesto Martínez Sienes

Gondomar

El esperado centro de día que promueve la congregación de las Misioneras de María Mediadora en la parroquia gondomareña de Borreiros está listo para entrar en funcionamiento aunque será en septiembre, calculan desde la institución, cuando reciba a los primeros usuarios.

El servicio está listo para arrancar con 40 plazas y ayudar a las familias a conciliar la jornada laboral con los cuidados de mayores y dependientes, aunque falta un último trámite administrativo, la licencia de actividad, que tramitan las religiosas, según confirmaron ayer.

A la espera de conseguir la autorización, la inauguración del centro llamado Madre Rosario Fernández Pereira en honor a la fundadora de la comunidad religiosa está prevista esta misma tarde con la presencia de la conselleira de Política Social, Fabiola García; la delegada de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz; y los alcaldes del Val Miñor.

No será un servicio 100% público como el del centro de día mancomunado de Sabarís, que dispone tan solo de 26 plazas y una larga lista de espera, pero la Xunta subvencionará de forma individual a cada usuario los costes del servicio, según su grado de dependencia, tal y como explica Alfonso Fontenla, asesor de la entidad, y confirman fuentes de la Consellería de Política Social.

Con ayuda autonómica o no, los precios, todavía por fijar, serán «lo más económicos posible», recalca Fontenla, porque «no se trata de una actividad con ánimo de lucro sino de un centro que nace para dar servicio a las personas de la zona», con la misma filosofía de la guardería San José, que también regentan las monjas en la parcela contigua, concertada con la Xunta.

Los beneficiarios disfrutarán de espacios amplios e iluminados de forma natural con grandes ventanales en el edificio de planta baja que dispone de salas de rehabilitación, consulta médica, un pasillo bajo una cubierta acristalada para caminar en caso de lluvia, además de comedor con cocina propia y zona administrativa. Su ubicación en una finca de 1.300 metros cuadrados permite gozar de unos jardines que están conectados mediante senderos con la escuela infantil.

Siete años de trámites

El proyecto, diseñado por el arquitecto Modesto Martínez Sienes, esta listo al fin tras siete años de calvario burocrático. La congregación se lo presentó al Concello de Gondomar en septiembre de 2018. En aquel momento la finca era edificable al encontrarse en un área de afección de núcleo rural, pero tan solo un mes más tarde, entró en vigor el Plan Básico Autonómico que, en los municipios sin Plan Xeral como es el caso, restringió la edificabilidad y devolvió la parcela a la condición de rústica.

Fue necesario redactar un plan especial de dotaciones e infraestructuras, imprescindible para desarrollar iniciativas de este tipo en suelo rústico, y lograr las autorizaciones de hasta once organismos diferentes hasta que el Ayuntamiento autorizó la construcción hace dos años.

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