La rápida actuación de varios jóvenes salva la vida a un hombre que entró en parada cardiorrespiratoria en Salceda de Caselas
Le realizaron una RCP y utilizaron un DESA que le permitió recuperar el conocimiento

Carlos Piñeiros, Cristina Soutelo y Kevin Iglesias en el gimnasio «Emerxe» / FDV
Eran cerca de las 19:30 horas de un jueves aparentemente normal. Cristina Soutelo, de 26 años y natural de Paramos, comenzaba a impartir su clase de entrenamiento funcional en el gimnasio «Emerxe» de Salceda de Caselas. Desde hace unos meses desarrolla allí las prácticas del ciclo superior de Acondicionamiento Físico que ha cursado en el IES A Guía de Vigo.
Todo transcurría con normalidad, hasta que después del calentamiento y los primeros ejercicios, un usuario habitual empezó a encontrarse mal. «Me dijo que se marchaba a casa, pero le recomendé que tratase de reponerse primero en la zona de descanso que tenemos», explica Cristina. Pero la situación no hizo más que empeorar. Junto a la joven se encontraban los propietarios del gimnasio, Carlos Piñeiro y Kevin Iglesias. Mientras ellos llamaban al servicio de emergencias, Cristina permaneció junto al hombre. «Perdió el conocimiento, se puso rígido y muy pálido», relata. En un primer momento, pensó que podría tratarse de un ataque epiléptico, «pero en seguida reconocí el sonido característico del gasping», esa respiración agónica que se realiza cuando se entra en parada cardiorrespiratoria.
«No era capaz de localizarle el pulso, así que comenzamos con la reanimación», cuenta, aún con la impresión en el cuerpo. Mientras ella practicaba las compresiones, su compañero Gabri realizaba las insuflaciones. Cristina en seguida pidió a otro de sus compañeros que preparase el DESA (desfibrilador externo semiautomático) en paralelo a la comunicación con los servicios de emergencia, minutos agónicos en los que cada decisión contaba. Concretamente, el concejal de deportes, Marcos Troncoso, fue personalmente a recoger uno de los DESA del concello. No en vano, Salceda de Caselas es desde 2021 concello cardioprotegido y ya en aquel entonces el 80% del personal municipal recibío formación para el uso de este tipo de dispositivos.
Durante la realización de toda la maniobra, una enfermera, Paula, pasó frente al gimnasio y se sumó al dispositivo, dándole relevo a Cristina en las compresiones. Una vez preparado el DESA, le aplicaron una descarga que le hizo reaccionar y recuperar el conocimiento.
La joven reconoce que nunca pensó encontrarse en una situación similar y que cree que su formación resultó decisiva: «En el ciclo del IES A Guía tenemos una asignatura de primeros auxilios y, a partir de ahí, hicimos también otro curso sobre la materia. Siento honestamente que esos conocimientos fueron importantísimos en cómo reaccionamos».
Ahora, el hombre se encuentra recuperándose, pero todavía en el hospital, donde este sábado recibió la visita de sus 'salvadores'. «Estamos en contacto con él, nos dijo que había pasado buena noche y nosotros estamos felices de saber que está bien», finaliza Cristina.
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