El bote que salvó a cientos de judíos volverá a surcar la ría de Vigo

Los alumnos de la escuela taller de carpintería de ribera elaboran en Redondela una réplica de la histórica barca «Manuel»

Los alumnos del taller de empleo de Redondela construyen la réplica del bote 'Manuel'.

Los alumnos del taller de empleo de Redondela construyen la réplica del bote 'Manuel'. / FdV

Antonio Pinacho

Antonio Pinacho

Redondela

El bote 'Manuel', la antigua barca que salvó del horror nazi a cientos de judíos en la Ensenada de San Simón durante la Segunda Guerra Mundial, volverá a surcar las aguas de la ría de Vigo para dar a conocer, tanto a los redondelanos como a los visitantes, este capítulo de la historia local.

La embarcación original, construida en los años treinta del pasado siglo en una carpintería de San Adrián de Cobres (Vilaboa), fue reconstruida el pasado año por un taller de empleo y se encuentra expuesta en el museo Meirande. Ahora, otro obradoiro de la modalidad de carpintería de ribera se ha puesto manos a la obra para construir el «Novo Manuel», una réplica navegable del viejo bote encargado hace un siglo por el redondelano Faustino Otero Lino.

Esta antigua barca de madera se utilizó fundamentalmente para la pesca durante décadas, pero también para abastecer a la isla de San Simón de víveres y ropa limpia durante los años de la Guerra Civil y posguerra. Un triste periodo en el que el archipiélago redondelano se transformó en una cárcel franquista por la que pasaron más de 6.000 republicanos, sometidos a condiciones inhumanas, tratando de sobrevivir en deficientes condiciones sanitarias y de habitabilidad.

Durante esa etapa, desde octubre de 1936 a marzo de 1943, la labor del 'Manuel' fue fundamental para los presos, puesto que muchos sobrevivían con las mercancías que el bote cargaba desde el muelle de A Portela sirviendo de único enlace entre los prisioneros y sus familias.

Pero también tuvo otro papel relevante en esos años, dentro de la clandestinidad, ya que la embarcación posibilitó que cientos de judíos huidos de la Alemania nazi pusieran a salvo sus vidas durante la Segunda Guerra Mundial.

Fue a principios de los años cuarenta, en un tiempo en el que su propietario, el barquero Faustino Otero, mientras se encargaba de transportar los víveres, ropa y correspondencia a los presos republicanos de San Simón, comenzó también a colaborar en secreto con el médico vigués Eduardo Martínez Alonso, conocido como el «Schindler» gallego. Este profesional, que ejercía como doctor de la Embajada Británica en Madrid, tenía una casa en Redondela junto al muelle de A Portela, en la que ocultó a centenares de judíos que intentaban escapar del nazismo.

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