Roban con un alunizaje la gasolinera del polígono industrial de Amoedo

La estación de servicio A Chan de Amoedo, ubicada en la carretera PO-250 en Pazos de Borbén, sufrió durante la pasada madrugada su segundo robo en seis meses. Y lo que es peor, los dos asaltos muy similares utilizando el método del alunizaje, por lo que los daños materiales han sido cuantiosos.

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Los hechos se produjeron sobre las 3.20 de la madrugada cuando un vehículo, un Peugeot 306 azul, se empotraba marcha atrás contra la puerta de la gasolinera, que en ese momento se encontraba cerrada al público. Según quedó registrado en las cámaras del local, los dos ocupantes del coche, encapuchados para ocultar sus rostros, accedieron al establecimiento por el portón destrozado. Una vez dentro reventaron las máquinas de tabaco, tragaperras y de apuestas para extraer la recaudación, así como la caja registradora del negocio, que también tenía dinero para el cambio.

Los daños en el local, que dispone de tienda y de una cafetería, fueron cuantiosos, según indicó a FARO la propietaria, Sonia L, que presentó una denuncia ante la Guardia Civil. Aunque la prioridad de los ladrones era el dinero en metálico, los asaltantes también se llevaron en el botín cajetillas de tabaco, varias botellas de alcohol del bar e incluso garrafas de aceite para coche de la tienda.

Más vigilancia

«Tenemos miedo a que vuelva a suceder porque han sido dos veces en muy poco tiempo. Vamos a instalar unos pivotes delante de la puerta para evitar los alunizajes, pero aún así creo que se necesita más vigilancia en la zona durante las noches», afirma la dueña. Pazos de Borbén carece de servicio de Policía Local ni Policía Nacional, por lo que la seguridad depende del destacamento de la Guardia Civil de Fornelos de Montes, aunque hay jornadas en las que no realizan patrullas por la noche. Así, la zona en la que se ubica la gasolinera, junto al polígono industial de Amoedo, se encuentra muy solitaria durante las madrugadas, por lo que los ladrones saben que pueden actuar casi sin riesgo a ser sorprendidos.

Debido a los destrozos en la puerta la propietaria tuvo que quedarse durante toda la noche para vigilar que no volviese nadie a entrar hasta la hora de apertura del establecimiento, a las siete de la mañana. Durante la jornada de hoy se desmontó la puerta, pero no fue posible su sustitución, por lo que durante esta noche la propietaria ha tenido que contratar a una empresa de seguridad para vigilar el establecimiento.