El puerto deportivo de Baiona crece: 4.200 m2 de relleno, restaurante y parking

La nueva concesionaria, Nauplia Capital, prevé iniciar las obras a finales de mes con una inversión superior a los 4 millones de euros para desarrollar el proyecto inicial de 2003

El puerto deportivo de Baiona, en la actualidad, con la marina seca a la izquierda

El puerto deportivo de Baiona, en la actualidad, con la marina seca a la izquierda / Marta G. Brea

Baiona

Los usuarios del puerto deportivo de Baiona dispondrán en dos años de todos los servicios prometidos hace casi un cuarto de siglo, cuando adquirieron sus amarres, mientras que Baiona contará con un nuevo restaurante, una cafetería y un parking abierto al público general. La nueva concesionaria de las instalaciones náuticas, la firma Nauplia Capital, prevé iniciar a finales de este mes las obras para desarrollar al fin el proyecto que se inició en 2003 y que se ha quedado en una dársena a la mitad con unas dependencias precarias distribuidas en casetas provisionales. Tras unos complicados trámites para lograr todas las autorizaciones, la compañía prevé invertir más de 4 millones de euros y comenzar por el relleno, de 4.200 metros cuadrados.

Nauplia Capital es un fondo de inversión centrado en la gestión de la principal red de marinas de España. A lo largo de sus diez años de trayectoria se ha hecho con un total de siete puertos deportivos y un varadero por toda la costa estatal. El grupo especializado en el sector náutico compró el 100% del capital del puerto deportivo baionés hace unos meses con la intención «firme» de «dar a los usuarios los servicios que demandan y añadir atractivo a la oferta turística de Baiona», señala el gerente de la marina baionesa, Fernando Pérez de Villaamil.

La constructora especializada Marcor Xove se encargará de la ejecución de las obras, recogidas en el Plan Especial del Puerto de Baiona, aprobado en 2015, y autorizadas tanto por Portos de Galicia como por Costas del Estado, cuyo plazo de ejecución se establece en 24 meses, indica Villaamil. Ahora está pendiente la licencia municipal de construcción, que afectaría únicamente a las edificaciones de la marina seca.

Antes se desarrollará la primera fase del proyecto, la construcción del relleno, que ampliará la superficie de la dársena en un 77,7%. Pasará de los 5.400 actuales a los 9.600 metros cuadrados. Y lo hará por la cara lateral que mira hacia la playa de Santa Marta con granito triturado, «un material más respetuoso con el medio ambiente que cualquier tipo de escombro», subraya el responsable. Los trabajos, explica, no interferirán con la actividad de los amarres ni con los servicios, que continuarán funcionando con normalidad. Se espera que el aterramiento esté listo antes de finalizar este año.

A continuación arrancaría la fase de urbanización, la construcción de un edificio de planta baja y 900 metros cuadrados de superficie, que albergará un restaurante y una cafetería, además de locales para actividades náuticas como alquiler de motos de agua, mantenimiento y reparación de embarcaciones, vestuarios y la propia capitanía. Desaparecerán así las casetas prefabricadas que hoy albergan esos servicios y el espacio que ocupan se convertirá en un varadero de 1.800 metros cuadrados.

Los negocios de hostelería serán alquilados para su explotación y, según asegura el gerente, «hay empresarios locales del sector muy interesados e ilusionados».

El actual aparcamiento reservado a los titulares de amarres en el acceso al puerto deportivo crecerá también para ofrecer un total de 220 plazas abiertas al público general con tarifa por minuto.

23 años más de concesión

Antes de afrontar el ambicioso proyecto, la compañía ha logrado una ampliación de la concesión por parte de Portos de Galicia que le permitirá viabilizar la inversión. La actual, lograda en su día por la firma Ronáutica, caduca en junio de 2029, poco más de dos años después de que finalicen las obras inminentes. Según indica el gerente, está previsto que el proyecto esté finalizado en la Semana Santa de 2027. Los derechos sobre el espacio se extienden ahora hasta 2052.

En el futuro está prevista también una ampliación del número de amarres, 340 en la actualidad, para alcanzar los 550. Pero «lo primordial ahora es aportar las condiciones óptimas a los existentes», añade Villaamil.

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