El MasterChef que mola

El restaurante escolar del CEE de Panxón vuelve a la actividad. Además de recaudar fondos para la excursión de fin de curso, los alumnos aprenden entre fogones y servicios de mesa, tanto las materias que tocan como lecciones de vida

Alumnos y profesores que sacaron adelante el restaurante, con algunos comensales.

Alumnos y profesores que sacaron adelante el restaurante, con algunos comensales. / PABLO H. GAMARRA

Nigrán

Hay un programa de restauración que no es de televisión y en el que sí se aprende muchísimo. De cocina, pero también de matemáticas, de ciencias naturales, sociales, de lengua, física, química, de organización de eventos... pero sobre todo de la vida. Se disfruta, no se graba, en el CEE de Panxón y consiste en un restaurante escolar pensado para recaudar fondos para la excursión de fin de curso, aunque al final la actividad consigue mucho más que eso. Los «masterchefs» en que se han convertido los alumnos de este centro gozan cada minuto tras los fogones y las mesas. Les ayuda con el viaje, pero también con la difícil tarea de empoderarse y madurar.

«Toleamos Sen Máis» es el nombre de este proyecto educativo estrella que el centro desarrolla desde 2017 y en el que confluyen otras actividades como la huerta escolar, la pequeña granja que atienden los alumnos, el taller de carpintería, o el club de ciencia, entre otros.

Los veinte alumnos de 9 a 18 años que residen de lunes a viernes allí eligen cada curso los proyectos educativos que se ajustan a sus intereses. Y es así como logran progresar tanto a nivel académico como emocional. Son jóvenes procedentes de colegios de toda Galicia con problemas de conducta que les impiden adaptarse al sistema educativo ordinario. Lo que pretende este modelo es «rachar cunha cadea de fracasos e facilitar experiencias de éxito, converter a escola nun lugar de pertenza e crear contornas que contribúan ao seu maior benestar», explica la directora, Marilú Bangueses.

La cocina y el comedor habilitado en el salón de actos se convierten en aulas en las que elaboran, emplatan y sirven platos a partir de ingredientes que ellos mismos cultivan, además de ofrecer un espectáculo para los comensales.

Bodas de oro

Esta semana tuvo lugar el primero de los almuerzos abiertos a los vecinos de Panxón que organizan este curso. Habrá más los dos últimos jueves de mayo. Aquellos que deseen asistir deben solicitarlo a través del correo cee.panxon@edu.xunta.gal. La última semana de junio prevén organizar otro e invitar a todos los trabajadores y trabajadoras del centro a lo largo de sus 50 años de historia.

Con motivo de las bodas de oro que la institución cumplirá en noviembre, el CEE quiso dedicar a la población de Panxón, «que tan ben nos acolleu sempre», la comida de este jueves. De las paredes de la sala colgaban fotografías de espacios naturales como las dunas a lo largo de la historia, información sobre personajes que allí residen, de monumentos históricos o curiosidades como fiestas y leyendas. «É a nosa maneira de agraderlle aos veciños o cariño que nos amosaron sempre», indica Bangueses, «nesa liña do espazo de seguridade e de lazos afectivos que creamos entre todos e que sempre foi sinal de identidade do centro desde hai 50 anos».

Lo que se conmemora es la asunción por parte del Instituto Social de la Marina (ISM) de la antigua residencia de huérfanos del Apostolado del Mar, en 1975. A los ya internos se sumaron escolares de aquellas familias de lo que se llamaba entonces el Régimen Especial del Mar y más tarde se abrió a toda la población. Aquel espíritu fraternal se conserva desde el inicio, porque «Panxón mantén ese sentido de acollida, esa conexión afectiva porque está afeito a recibir nenos en situacións difíciles», explica Rafa Lores, el que fue director durante más de una década hasta el curso pasado. Él mismo visita el centro con frecuencia pese a haberse jubilado ya. «Somos unha gran familia», asegura.

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