Prisión para el presunto matricida de As Neves por un delito de homicidio o asesinato

El joven, que recibe tratamiento psiquiátrico por una enfermedad mental desde hace año y medio, se acogió a su derecho a no declarar

La mujer recibió sepultura ayer en Rubiós

El presunto homicida, ayer, a su salida del Juzgado de Instrucción Nº2 de Ponteareas.

El presunto homicida, ayer, a su salida del Juzgado de Instrucción Nº2 de Ponteareas. / ANXO GUTIÉRREZ

El joven de 20 años, Abel C.R., que presuntamente mató a su madre el pasado miércoles en As Neves, asestándole varias puñaladas, ha sido enviado a prisión. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas, en funciones de guardia, decretó su ingreso penitenciario provisional comunicado y sin fianza por un delito de homicidio o asesinato, cuestión que se definirá durante la instrucción de la causa.

El presunto matricida, que llevaba año y medio en tratamiento psiquiátrico por una enfermedad de salud mental, pasó ayer por la mañana a disposición judicial, tras pasar la noche en el cuartel de la Guardia Civil de Ponteareas. Entró en dependencias judiciales escoltado por tres agentes de la Benemérita, con la cabeza cubierta con una chaqueta y con vendas en una mano, a consecuencia de las lesiones que supuestamente sufrió durante el ataque a su madre. Ante el juez, el joven se acogió a su derecho de no prestar declaración, y a su salida volvió a ocultar su rostro. Desde allí fue conducido a la cárcel de A Lama.

Entierro

El juez le atribuye el homicidio o asesinato de su madre, Irene R.G., de 60 años, que recibió sepultura en la tarde de ayer en el cementerio parroquial de San Juan Bautista de Rubiós, en As Neves. La mujer murió a consecuencia de las puñaladas que supuestamente le propinó su hijo en la noche del miércoles. Según fuentes de la investigación, ambos iniciaron una discusión porque el joven se negaba a tomar su medicación, cuya pauta le habían cambiado el día anterior. Esta disputa comenzó en el interior del domicilio familiar, pero remató fuera, pues la víctima salió pidiendo socorro.

El presunto homicida llegó al juzgado con la mano vendada por las lesiones del ataque

Sus gritos de auxilio alertaron a dos vecinos, que no pudieron hacer nada por su vida, pues vieron desplomarse a la mujer sobre la carretera, ensangrentada, y al presunto matricida con el cuchillo. A continuación, el hijo, el menor de dos hermanos, se encerró en el interior de la vivienda, donde fue detenido por la Guardia Civil minutos antes de las 22 horas, sin oponer resistencia.

Los hechos, que sucedieron al hilo de las 21 horas, tuvieron lugar en la vivienda familiar, con la madre de la víctima, abuela del presunto homicida, como única testigo. La mujer, octogenaria con alzhéimer en un estado muy avanzado, según explican fuentes cercanas a la familia, no fue consciente del altercado y resultó ilesa. En la casa también vive el hijo mayor de la fallecida, de 24 años, que no se encontraba en el domicilio cuando se produjo el ataque.

El presunto matricida, ya en prisión, recibía tratamiento psiquiátrico desde hace un año y medio por una enfermedad mental. Precisamente este martes había acudido con su madre a una cita psiquiátrica, solicitada por ella misma solo un día antes porque el joven le había manifestado que escuchaba voces en su cabeza, según relató a FARO el entorno más próximo a la víctima. A raíz de esto, el médico le cambió la medicación, lo que, según apunta la investigación, fue el origen de la discusión que acabó con la muerte de Irene, que habría insistido a su hijo para que tomara los medicamentos y este se habría negado.

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