El presunto matricida de As Neves había empezado a “escuchar voces en su cabeza”

El joven ha ingresado en prisión provisional sin fianza después de renunciar a prestar declaración frente al juez

El joven, que supuestamente acuchilló a su madre, llevaba en tratamiento psiquiátrico desde hace año y medio

La Guardia Civil introduce al presunto autor de los hechos en el vehículo

La Guardia Civil introduce al presunto autor de los hechos en el vehículo / Anxo Gutiérrez

Incredulidad y desconsuelo en As Neves por el fallecimiento, presuntamente a manos de su hijo, de María Irene Rodríguez Gil, una mujer de 60 años, vecina de la parroquia de Rubiós, en el barrio de O Couto. La víctima murió a causa de las cuchilladas que le propinó supuestamente su hijo menor, Abel C.R., de 20 años, el cual recibía tratamiento psiquiátrico desde hace un año y medio por una enfermedad mental. Precisamente este martes había acudido con su madre a una cita psiquiátrica, solicitada por ella un día antes porque el joven le había manifestado que “escuchaba voces en su cabeza”, según fuentes cercanas al entorno de la víctima. A raíz de esto, el médico le cambió la medicación, lo que, según apunta la investigación, fue el origen de la discusión que acabó con la muerte de Irene, que habría insistido a su hijo para que tomara los medicamentos y este se habría negado.

Los hechos sucedieron en el domicilio familiar, donde residía la víctima con sus dos hijos, de 20 y 24 años, y su madre, octogenaria y enferma de alzhéimer en estado muy avanzado. En el momento de la discusión, sobre las 21 horas del miércoles, solo faltaba en casa el hijo mayor. Fueron dos vecinos los que escucharon los gritos de socorro de la mujer y cuando salieron fuera se encontraron a Irene, ensangrentada, agarrada a su hijo, que sujetaba un cuchillo. Inmediatamente se desplomó sobre la carretera, ya fuera del recinto familiar, y aunque el personal sanitario del 061 la intentó reanimar, nada pudo hacer por salvarle la vida.

La vivienda donde ocurrió el matricidio en As Neves.

La vivienda donde ocurrió el matricidio en As Neves. / Anxo Gutiérrez

Pronta detención

Cuando llegó la Guardia Civil, al hilo de las 21.40 horas, los vecinos afirmaron que el hijo había acuchillado a su madre tras una discusión y que se había encerrado en casa, donde se hallaba la abuela, que resultó ilesa. Los agentes entraron en el domicilio, donde se encontraron al presunto matricida, ensangrentado y con cortes en los dedos de su mano derecha. Aunque se había encerrado en el segundo piso de la vivienda, finalmente no opuso resistencia y la Guardia Civil procedió a su detención y traslado al centro médico de Ponteareas, desde donde lo derivaron al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde permaneció en el día de ayer a causa de las lesiones sufridas durante el forcejeo.

Tras pasar a disposición judicial este viernes, y después de acogerse a su derecho de no declarar, el juez acordó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de homicidio/asesinato, que se definirá e lo largo de la instrucción.

En este sentido, cabe recordar que el presunto matricida tiene historial psiquiátrico desde hace año y medio y que ya fue ingresado por su enfermedad mental hasta en dos ocasiones. Por otro lado, aunque fuentes de la investigación señalan que era toxicómano, desde el entorno de la víctima desmienten este hecho, aunque reconocen algún episodio del joven con las drogas en el pasado.

El problema de salud mental de Abel era conocido por los vecinos y vecinas del lugar, ya que su madre nunca lo ocultó a su entorno. Fechan el origen de su cambio de conducta hace algo más de dos años. Es por ello que comenzó a recibir tratamiento por parte de la seguridad social y también asistía al centro de Avelaíña en Ponteareas.

Este lunes su madre notó el empeoramiento de su hijo, pues este le dijo que "escuchaba voces en su cabeza", según cuentan sus más allegados. Tampoco el lunes quiso sacar a su perro de paseo, que era prácticamente la única salida que hacía al día. Preocupada, la mujer no tardó en llamar al médico que lo trataba, que le dio cita para el día siguiente, martes. En la consulta de la Unidad de Salud Mental de Ponteareas, este martes, el psiquiatra le cambió la medicación, que compraron esa misma tarde en una farmacia de As Neves.

Aunque los problemas de salud mental del chico eran del conocimiento del entorno de la familia, las fuentes cercanas consultadas por este periódico aseguran que no se habían producido hasta este momento episodios violentos por parte del joven hacia su madre. Tampoco existen denuncias previas.

Por otro lado, aunque el presunto matricida estuvo ingresado hasta en dos ocasiones en la unidad psiquiátrica del Hospital Álvaro Cunqueiro, las dos veces le dieron el alta por buena conducta.

Similar al caso de Lavadores

Este es el segundo caso de un paciente psiquiátrico que, presuntamente, acuchilla a un familiar en la provincia de Pontevedra en lo que va de año. El otro crimen que recuerda a este sucedió a principios del pasado mes de abril, en la parroquia viguesa de Lavadores, donde un sexagenario mató supuestamente a su hermana, de 71 años, en pleno agravamiento de la esquizofrenia que tiene diagnosticada.

El suceso ocurrió en la vivienda donde residía solo el presunto homicida, tutelado por la Fundación Pública Galega para la Tutela de Personas Adultas (Funga) en régimen de curatela, quien llevaba desde noviembre de 2023 sin acudir a las citas para administrarse los inyectables que tenía prescritos para su enfermedad mental.

El alcalde insta a hacer saber a las autoridades estas situaciones críticas

Nadie ayer en As Neves dudaba sobre que lo que le pasó a su vecina Irene, fallecida presuntamente a manos de su hijo de 20 años, era consecuencia de la enfermedad mental que padecía el joven, y, aunque insistían en que Abel no era una persona violenta, si que habían notado una degradación preocupante en su conducta, que lo tenía cada vez más alejado de la realidad. “Yo lo dije hace poco, cualquier día salimos en la televisión”, manifestó una vecina del lugar, mientras que otras indicaron que nunca pensaron en este desenlace. “Piensas que nunca te va a pasar al lado de casa, pero pasa”, comentaban tras el minuto de silencio en honor a Irene, apuntando además que “las enfermedades de la cabeza son las peores porque no se ven”. En la misma línea se dirigió el alcalde, José Manuel Alfonso, que tras el minuto de silencio se dirigió a los presentes animándoles a “poner en conocimiento de las autoridades las situaciones críticas y delicadas”. “Las autoridades tenemos que trabajar sobre todo en aquellas enfermedades mentales que muchas veces pasan desapercibidas y poner los medios y conocimientos necesarios”, concluyó el regidor.

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