El hotel del faro de Silleiro abrirá sus puertas en otoño
Contará con piscina para los huéspedes de las 16 habitaciones de lujo y restaurante

El faro de Silleiro, en obras para convertirse en hotel. / Jose Lores
Habrá que esperar a “finales de octubre o principios de noviembre” para hospedarse en el hotel que toma forma en el faro de Silleiro, que celebra este año su centenario. El singular establecimiento hostelero se demorará unos meses más de lo previsto pero sigue adelante “para ofrecer una experiencia única en un enclave único”, confirmaba ayer Miguel Ángel Fernández Ferreiro, uno de los socios con su esposa, Lucrecia García, de Ligthouse Baiona, la empresa que obtuvo la concesión por parte de la Autoridad Portuaria de Vigo para poner en marcha el proyecto turístico en torno a los dos faros que coronan el extremo sur del municipio de Baiona y el Camiño Portugués da Costa.
Las ruinas del antiguo, que guió la navegación en la bocana de la ría de Vigo entre 1866 y 1924, han sido totalmente rehabilitadas para abrir ayer mismo una taberna con capacidad para 40 comensales. En torno a la actual linterna, que sigue alumbrando la llegada a puerto de cientos de embarcaciones cada noche 200 metros monte arriba, se han retomado los trabajos para que las 16 habitaciones estén listas para el otoño. Estaba previsto echar a andar primero el hospedaje y después la taberna, pero la demora del equipamiento y las supervisiones de departamentos como el de Patrimonio, explicaba ayer el responsable del negocio, han cambiado las tornas.

Construcción de la piscina con vistas al Atlántico que podrán utilizar los huéspedes. / José Lores
El Puerto de Vigo había remodelado en parte el interior de las antiguas viviendas de los fareros que controlaron la lámpara durante décadas antes de sacar a concurso la concesión hostelera, pero la confección artesanal de los muebles y la instalación de los suministros se retrasó más de lo esperado, de manera que la adjudicataria decidió acelerar el Faro Pequeno, como se llama la taberna del antiguo vigía de la bahía, para aprovechar al menos la segunda mitad del verano.
A partir de hoy mismo los esfuerzos se centran de nuevo en el alojamiento de lujo en el edificio que abraza la torre luminosa, que dispondrá de piscina para que los huéspedes puedan darse un chapuzón con vistas al Atlántico. En la planta baja está previsto ubicar siete dormitorios y el restaurante, mientras que los restantes nueve cuartos se distribuirán por la superior. A todos ellos se accede a través del vestíbulo presidido por una gran escalera de caracol.

Rueda brindó ayer con los responsables del proyecto turístico. / Jose Lores
Faro Pequeno, un revulsivo para el Camiño da Costa
La inauguración oficial de Faro Pequeno, como se llama la taberna ubicada en el recuperado faro antiguo de cabo Silleiro, contó con la presencia, entre otras autoridades, del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que destacó el proyecto turístico de Lighthouse Baiona como una forma de “xerar riqueza on litoral de forma sustentable” para conformar un destino de referencia, desestacionalizar el turismo y dinamizar el atractivo del Camiño Portugués da Costa.
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