A Pasaxe teme por el futuro de varias empresas al retrasarse de nuevo las obras
La asociación de empresarios avisa que de la legalización dependen “grandes contratos” | La entidad trata de mediar entre Concello y constructora para desbloquear la urbanización
La incertidumbre va a más entre los empresarios de A Pasaxe. A la preocupación por reunir el dinero –en torno a 40 euros por metro cuadrado de propiedad– para afrontar entre todos la urbanización que les permitirá legalizar su actividad , obtener licencias municipales y los requisitos legales necesarios para abrirse puertas en el mundo de la obra pública, suman ahora la inquietud por el nuevo retraso de las obras que iban a iniciarse en mayo. “Estamos muy preocupados por la viabilidad de las empresas”, afirma el presidente de la asociación de empresarios del polígono ubicado en Vincios, Javier Díaz Gonda. El futuro de varias compañías está en juego, asegura.
“Estamos muy preocupados por la viabilidad de las empresas”, afirma el presidente de la asociación de empresarios, Javier Díaz Gonda
Son ya siete los meses de espera desde que se firmó la primera acta de replanteo para poner en marcha los trabajos que dotarán al parque empresarial de todos los servicios básicos y ordenarán sus calles por 2,8 millones de euros. Tras las prórrogas concedidas por el Concello de Gondomar en mayo y septiembre para preparar la ejecución del proyecto, la adjudicataria, Copasa, solicita ahora la suspensión de los trabajos por cuestiones técnicas, además de una revisión de precios al dispararse los costes de los materiales desde que ganó el concurso público. El gobierno municipal acepta reconsiderar los importes hasta el incremento máximo del 20% que marca la ley, pero no demorar más el inicio de las obras. El propio alcalde, Paco Ferreira, ha acusado a la constructora de “tomar o pelo” a la Administración municipal y a los empresarios con tantas largas.
Al presidente de los empresarios le preocupan las consecuencias de este nuevo atranco. “Desconocemos el trasfondo” del asunto, señala. Los industriales se ven en medio de un supuesto enfrentamiento entre empresa y Concello y lo único que quieren es “que se resuelva la situación”. Por eso el propio Díaz Gonda mantiene reuniones con ambas partes para “tratar de mediar para que se pongan de acuerdo y se agilicen las obras”.
Y es que si no se resuelve pronto el conflicto, algunas de las cien compañías afincadas en el polígono tendrán “serios problemas”. Son “grandes empresas, con potencial”, señala, “que necesitan que empiecen las obras ya porque están pendientes de importantes contratos”. La urbanización permitirá legalizar las naves. “Son seis o siete empresas que sin licencia de actividad no pueden optar a determinados concursos, obtener certificaciones o acceder a ayudas”, argumenta.
Los empresarios conocen la versión del Ayuntamiento a través del alcalde, Paco Ferreira, con el que se han reunido recientemente, pero quieren conocer la postura de la empresa en primera persona y para ello esperan reunirse con algún representante en los próximos días. La idea es aclarar dudas y buscar una vía de diálogo con el gobierno municipal para desbloquear un proyecto cuya tramitación se ha demorado ya quince años.
La Corporación de Gondomar debatirá en el próximo pleno ordinario, previsto el 13 de diciembre, la desestimación del Concello de la solicitud de suspensión de las obras formulada por Copasa, la adjudicataria del proyecto de urbanización del polígono de A Pasaxe. El gobierno municipal propondrá a la oposición rechazarla y notificar a la empresa que comience ya los trabajos, o bien renuncie a ellos, para contactar así con la segunda clasificada en el concurso público y agilizar el inicio de las obras. Lo hará en base a los informes del arquitecto municipal y del director de obra. Ambos rebaten cada uno de los argumentos de la empresa y concluyen que no hay motivo para demorar más el inicio de los trabajos Copasa justifica su petición de retrasar las obras porque considera necesaria la modificación de un estanque de retención de pluviales previsto entre la carretera Gondomar-Vincios y el río Zamáns. Afirma no disponer todavía de la parcela para el depósito de materiales y considera que debe aprobarse el proyecto de la potabilizadora antes de comenzar las obras. Las opciones de la constructora son iniciar las obras como le exige el Concello, renunciar y perder el aval bancario (el 5% del importe de la adjudicación) o acudir a los tribunales. Esta última alternativa retardaría todavía más el proceso.
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