Después de trece meses lidiando con los inconvenientes de la reforma integral de su calle, los vecinos de la Rúa Otero Pedrayo de Nigrán temen que las “interminables” obras “no acaben nunca”. Hace diez días que las que afectan al último tramo del vial están paralizadas y por más que se han quejado al Concello no han recibido respuesta. Este fin de semana iniciaron las movilizaciones para exigir que los trabajos terminen de una vez y que se les aclare cuántas plazas de aparcamiento quedarán finalmente tras ensanchar las aceras. Medio centenar de ellos se concentraron y decidieron recoger firmas para acompañar un escrito de denuncia que presentarán al gobierno municipal. No descartan más protestas.
“Sabemos que todas las obras causan molestias, pero esto ya es un despropósito, un abuso y un desmadre”, se queja una de las afectadas. “No es serio que después de tanto tiempo, con solo dos o tres operarios trabajando, dejen todo levantado y se vayan”, lamenta otro de los indignados vecinos.
“El polvo y el ruido son infernales”, protestan los afectados
Ni las viviendas ni los negocios “podemos abrir ventanas ni puertas”. La polvareda es constante, al quedar el vial, principal conexión entre el centro urbano de Nigrán y la parroquia de Panxón, abierto al tráfico en junio. “El polvo y el ruido de las tapas metálicas provisionales son infernales. Noche y día”, se quejan. Por no hablar de las filtraciones de agua que entran en algunas propiedades cuando llueve o los daños causados a cierres de fincas.
Aparcamiento
También les inquieta pensar en dónde dejarán los coches cuando finalice la obra. “Tal y como han quedado las aceras en la parte baja de la calle, parece que pocas plazas van a dejar”, temen, pese a tratarse de una zona en la que se concentran viviendas unifamiliares y bloques de pisos.
El Concello asegura que los operarios regresarán la próxima semana para terminar en 20 días
El alcalde, Juan González, aseguró ayer que la empresa ha comunicado al Concello haber paralizado el trabajo por necesidad urgente en otra obra y que regresará el próximo lunes, día 2 de octubre, para finalizar en 20 días. El regidor admite que el retraso es “maior do esperado” debido a las lluvias del pasado invierno y a la aparición de amianto en la envoltura del cable eléctrico de toda la calle, lo que obligó a contratar su retirada por una empresa especializada y a esperar todas las autorizaciones pertinentes. Recuerda además que “o 90% da rúa está executado” y que se trata “dunha obra de gran envergadura, cun orzamento de 1,3 millóns, que transforma a rúa de xeito radical”.