Sin música no hay fiesta, y por eso, en toda fiesta que se precie, debe haber un DJ. El oficio, al que muchos llegan por hobby o para sacarse un sobresueldo los fines de semana, se ha profesionalizado, y eso, al menos en Galicia, es gracias a André Vázquez, el porriñés que se esconde bajo la marca Groove Amigos. “Antes el DJ trabajaba de residente en una sola discoteca y ahora son artistas invitados que pinchan en varias localidades en una misma noche”, cuenta André, que lleva 18 años en cabina y ha pinchado en más de treinta países. Pero no solo lo dice él, sus “ahijados”, como así les llaman a las nuevas generaciones de DJs de Porriño que crecieron escuchando la música que salía de la mesa de mezclas de Groove Amigos, opinan lo mismo: “André es el precursor”.
Parte del éxito está en producir sus propios eventos, como el Louro Valley Festival, que se celebró ayer en Porriño con Juan Magán como cabeza de cartel. Acompañaron al productor de Ella no sigue modas el propio Groove Amigos, Traffic House, Samu Pexe, Pitty, Khris Guez y DJ Mus, todos Djs de Porriño, los cuales han actuado este verano en grandes eventos producidos por André, como el Reggeton Beach Festival, que reunió a 26.000 personas en Nigrán; el H2O Festival de Villagarcía, con 20.000 personas; o, más recientemente, el Negrita Music Festival de Porriño, con 10.000 personas. Mención aparte merece el concierto de David Guetta en Vigo, con quien Groove Amigos compartió cabina ante unas 100.000 personas.
Groove Amigos y Traffic House son los fundadores del Louro Valley Festival, un evento que nació en el templo de la música electrónica. “Un viaje a Ibiza cambió nuestras carreras. Fue un punto de inflexión, vimos que se podían hacer las cosas de otra manera, y creamos el Louro Valley Festival”, recuerdan André Vázquez y Trillo. Además de la producción de eventos, la promoción de la marca personal es otro de los aspectos a tener en cuenta. “Crear un buen material gráfico, trabajar la imagen y tener presencia en las redes sociales” son otras claves del éxito de un DJ, explica André Vázquez, que a sus 36 años ha pinchado en medio mundo, literalmente.
A sus “ahijados” les gustaría seguir sus pasos. “Hay mucha cantera en Porriño”, confía André, impulsor de las carreras de las nuevas generaciones de Djs de la villa del Louro, como Pitty. Detrás de este nombre está Luis Guisande, a quien su madre le regaló su primera mesa de mezclas a los 17 años. Ahora tiene 30 y compagina su trabajo de bombero con el de DJ desde hace cuatro años. Este verano está en una nube. Además de hacer triplete con los grandes festivales del área, RBF, H2O y Negrita, ha traspasado la frontera gallega y ha actuado en el Festival Medusa de Valencia. “Si dejo de pinchar mañana, ya habré conseguido mucho más de lo que nunca hubiera imaginado”, confiesa Pitty.
Precisamente Pitty fue la llave que abrió la carrera de otro DJ porriñés: Samu Pexe. “Él no podía pinchar un día en una discoteca y me llamó a mí para que fuera; hasta que caí en manos de André”, cuenta Samuel Pexegueiro, que, hasta ese momento, hace solo dos años, era el encargado de amenizar musicalmente cumpleaños y fiestas de amigos.
Canteranos
Ambos, Pitty y Samu Pexe, coinciden en que tanto Quédate, de Quevedo, como Ella me levantó, de Daddy Yankee, son los temas favoritos del público. “Cuando hace falta levantar a la gente, tiro de una de esas dos y malo será”, confiesa Samu Pexe, que se hizo viral por un vídeo pinchando Oliveira dos cen anos, el himno de C. Tangana para el Celta. “Ahora me la piden siempre”, dice.
En este sentido, Pexe pone en valor el papel de las redes sociales. “Esta profesión se mueve a través de Instagram, si no estás, no existes”, valora Samu Pexe, que hace solo un mes compaginaba la noche con su trabajo fijo en una empresa desde hace seis años. “Decidí apostar por esto”, revela el porriñés de 28 años, insistiendo en que “André es un referente para todos nosotros; lo tenemos siempre a mano para cualquier duda”.
Palabras de agradecimiento para Groove Amigos también tiene el benjamín del grupo, Lucas, que pincha con el nombre Keva. Con 22 años, tiene claro que quiere hacer carrera de DJ, aunque en la manga se guarda un Ciclo Superior de Telecomunicaciones. “Me enganché a esto viendo a otros más grandes, como André, que son inspiración, como en cualquier trabajo”, cuenta Keva, que vivió su puesta de largo profesional en el Negrita Music Festival.
El sueño de cualquier DJ es pinchar en Tomorrowland, pero este grupo mantiene los pies en el suelo. “El objetivo es seguir trabajando y posicionándonos en el sector de la manera que lo estamos haciendo”, destaca André Vázquez, a quien le gustaría “seguir expandiendo la marca Porriño”.