El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, participó ayer en el acto de la firma del Acta de Reconocimiento de la Línea de Frontera en el Río Miño junto a los miembros de la Armada Española y de la Marinha Portuguesa, además de representantes de los concellos gallegos y cámaras municipales portuguesas situadas a lo largo de este tramo fronterizo. Esta ratificación, que se celebra anualmente, da cumplimiento a lo recogido en el artículo 15 del Tratado de Lisboa de 1864, en el que se define la frontera entre España y Portugal y que el próximo año cumple 170 años de vigencia.
Pedro Blanco destacó el simbolismo del acto “por cuanto es muestra de la unidad de esta región miñota, de los pueblos que desde hace siglos comparten este espacio, sus recursos y su cultura” y remarcó que España y Portugal se dan la mano gracias al río Miño. El delegado incidió también en el significado de esta Acta de Reconocimiento, ya que es ejemplo de la “hermandad y la cooperación creciente entre nuestras administraciones y nuestros pueblos”.
Las autoridades españolas embarcaron en las instalaciones de la Comandancia Naval de Tui en el patrullero ‘Cabo Fradera’, en el que se trasladaron al encuentro del patrullero portugués ‘Río Minho’.
Con ambas embarcaciones fondeadas en aguas del Miño, se firmaron las actas de reconocimiento fronterizo de manera conjunta. Concretamente firmaron la misma los alcaldes de A Guarda, O Rosal, Tomiño, Tui, Salvaterra de Miño, As Neves y Arbo del lado español, y de Caminha, Vila Nova de Cerveira, Valença y Monçao del lado portugués.