Los peatones ganan espacio en Porriño

Los trabajos de humanización y acondicionamiento de la calle Progreso y Avenida Buenos Aires en Porriño ya están en marcha. Una de las principales entradas a la villa quedará totalmente renovada antes de finalizar el año. Se trata de un tramo de unos 700 metros de la carretera autonómica PO-329 a su paso por el casco urbano porriñés, cuya transformación supondrá que los coches cedan protagonismo a favor de los peatones.

Renovación de pavimentos, rehabilitación de la calzada, construcción de aceras más anchas, reordenación de las plazas de aparcamiento, mejora en la iluminación con 22 nuevos puntos de luz y 12 refuerzos luminosos en los pasos de cebra y dotación de mobiliario urbano (bancos, papeleras, jardineras y árboles) es lo que incluye el proyecto que supone una inversión de 879.549 euros, financiados íntegramente por la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade de la Xunta de Galicia.

La obra ha comenzado esta semana y tiene un plazo de ejecución de cinco meses.

“Con esta actuación daremos vida a una zona del centro urbano que precisa dinamizarse y acondicionaremos uno de los principales accesos a la villa, reforzando la seguridad peatonal, mejorando la accesibilidad y también la estética y favoreciendo la integración urbana”, explicó el alcalde en funciones, Alejandro Lorenzo, que acudió a supervisar el inicio de los trabajos acompañado del concejal de Vías y Obras en funciones, Ramón Porto, y técnicos del departamento autonómico de Infraestructuras y de la empresa adjudicataria de la obra.

El protagonismo del peatón en esta zona se refuerza además con la reciente apertura de un aparcamiento gratuito de 14.000 metros cuadrados y el próximo acondicionamiento de otra parcela, próxima a la plaza de abastos, en la travesía Villasuso, que se destinará también a estacionamiento de vehículos. A mayores, se prohibirá el paso de tráfico pesado en este tramo.

700 metros en cinco tramos

Los trabajos proyectados se dividen en cinco tramos. En el primero, entre las dos intersecciones con la calle Molinos, que llega al comienzo del cierre que protege las vías del tren, se aumentará el ancho de la acera, reduciéndose los carriles y dejando las plazas de aparcamiento en el margen derecho. En el segundo, desde el inicio del cierre de Adif hasta el paso a nivel, se reordenará la sección actual de la calzada para aumentar el ancho de las aceras, manteniéndose también aquí los aparcamientos en el mismo lado. El tramo tres va desde el paso a nivel hasta el cruce con la calle Ponte do Valo, donde se proyecta una plataforma compartida a nivel, de sentido único de circulación desde el mismo paso a nivel hasta la calle Avelino Villasuso. En el cuarto tramo, que discurre cruzando el río Louro y pasa bajo la autovía A-55, se mejorará la seguridad peatonal colocando pasos elevados. Y el último tramo alcanza ya hasta la glorieta de la PO-331, en donde se reordenará la calzada para ganar espacio para los peatones.

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