Un espectáculo de “bestas” en Oia

El curro de A Valga abre la temporada gallega en una cita que reunió a más de mil personas y en la que se procedió al rapado y desparasitación de unos 350 caballos

El de ayer era un día muy especial para el municipio de Oia. Y la meteorología ayudó a que lo fuera todavía más. Y es que los cielos despejados y la temperatura agradable que se vivió en este concello de la comarca del Baixo Miño desde primera hora de la mañana permitió celebrar a lo grande el curro de A Valga, el primero de la temporada en Galicia. Más de mil personas disfrutaron de un ambiente festivo, en una jornada que combina la celebración y la tradición popular alrededor del caballo de A Groba. A partir de las 9.00 horas los ganaderos ya empezaron a juntar a los caballos, conocidos para la ocasión como “burras” o también como “bestas”, para trasladarlos al recinto de A Valga.

Pero el acto central, el que todos estaban esperando, se produjo sobre las 17.00 horas, con las actividades de rapa, desparasitación y marcaje de los animales, que posteriormente volvieron a quedar libres en los montes. En total participaron alrededor de 350 caballos.

Un espectáculo de “bestas” en Oia

Unos "aloitadores" tratan de atrapar uno de los caballos, ayer. // PABLO HERNÁNDEZ / Carlos Ponce

Además de sanear y cortar las crines de los caballos, los curros realizan otras funciones importantes tanto para los animales como para la seguridad de las personas. Una de ellas es el marcaje de los equinos y la colocación del microchip. Esta obligación, que en su momento desató gran malestar debido al alto coste del chip para unos ganaderos a los que hasta les cuesta dinero mantener la que, a día de hoy, es la mayor cabaña de caballos salvajes del mundo, facilita la localización de los propietarios. El decreto equino de la Xunta, recurrido ante la UE, obliga desde 2012 a los propietarios de caballos salvajes a implantar los dispositivos electrónicos de identificación. El elevado precio inicial de los chips, de 40 euros, llevó a muchos de ellos a vender sus animales para evitar pérdidas económicas. Finalmente su coste bajó y permitió a los ganaderos, que acataron la normativa, poder seguir protagonizando uno de los eventos más esperados en toda la provincia de Pontevedra.

Todo ello transcurrió en su habitual ambiente festivo, de forma que los asistentes pudieron disfrutar de una jornada que combina festividad y tradición alrededor del caballo de A Groba.

El curro de A Valga, que se realiza en la parroquia de Loureza, en Oia, es uno de los espectáculos etnográficos más antiguos de Galicia, con más de 4.000 años de historia. Abre la temporada de las rapas das bestas, y en Oia posteriormente tendrán lugar los curros de Torroña, el próximo 4 de junio, y el de Mougás, el 11.

Tanto para el de ayer, como para los dos siguientes, no está permitido acampar. Es más, el Concello de Oia ha solicitado la colaboración de los asistentes para respetar el medio ambiente, evitar daños al arbolado y zonas especialmente sensibles y mantener el entorno libre de basura.

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