El negocio de la resina llega al Val Miñor

La comunidad de montes de Couso se estrena con el aprovechamiento de 4.000 pinos y prevé ampliar a 24.000 la explotación en cinco años con el fin de crear seis empleos

Araúxo con dos trabajadores de la comunidad de montes, en plena instalación de los recipientes donde recogerán la resina.

Araúxo con dos trabajadores de la comunidad de montes, en plena instalación de los recipientes donde recogerán la resina. / MARTA G. BREA

Fue una actividad extendida a mediados del pasado siglo en el sur de Galicia hasta que la competencia china se la llevó por delante en los años ochenta. La extracción de resina resurge ahora en los montes gallegos como alternativa ecológica a las derivadas del petróleo en la fabricación de chicles, cosméticos, fármacos y hasta preservativos. Y la comunidad de montes de Couso no quiere perder la oportunidad de aprovechar la de sus pinos para crear puestos de trabajo. Ha puesto un total de 4.000 árboles a producir este año y prevé multiplicar por seis la explotación hasta alcanzar los 24.000 en el plazo de cinco años. El objetivo es ofertar “ata 6 empregos”, asegura su presidente, Xosé Antón Araúxo.

Los comuneros gondomareños que llevan quince años revolucionando la gestión del monte en beneficio de la comunidad, mérito por el que han logrado un reconocimiento internacional de la ONU, persiguen la meta de diversificar el uso del monte para no depender de la venta de madera y del eucalipto. Han dado pasos de gigante con la producción de setas shiitake, que tras años de trabajo ya es rentable con más de mil troncos en producción en 21 hectáreas, y con la de frutos rojos que venden en fresco y en mermeladas.

Prevén 24.400 euros de ingresos brutos en esta primera campaña, que alcanzarán los 140.400 cuando la explotación se amplíe

Ahora han decidido incorporar la extracción de resina y los cuatro trabajadores de la comunidad instalan los recipientes en la zona de Cesto Pequeno con la ayuda de Laxes Ambiental, la empresa de gestión forestal con domicilio en Oia que se ha convertido en una de las principales productoras de resina de Galicia en los montes de su municipio y de O Rosal, a través de un contrato de explotación de los pinos firmado con las correspondientes comunidades de montes.

El pinar donde se extrae la resina, con los contenedores instalados en los árboles.

El pinar donde se extrae la resina, con los contenedores instalados en los árboles. / MARTA G. BREA

En Couso no se encargarán de extraer la resina directamente, sino de asesorar a los comuneros para que lo hagan ellos con personal propio y para comprársela después, explica Eduardo González, director de la firma. Una vez que recogen el producto lo trasladan a una destilería de Portugal, donde se procesa para obtener dos componentes: la colofonia –la parte sólida y elástica que aparece en chicles, cera depilatoria o incluso materiales de construcción para pegar– y el aguarrás, que se emplea para barnices, pinturas e incluso en la industria farmacéutica. “Cando comes unha mazá ou unha laranxa, por fóra brilla porque está cuberta de resina, que pode ser natural ou derivada do petróleo. Loitamos por unha lei que prohíba a sintética polos seus efectos na saúde”, apunta González.

La actividad puede ser rentable si se ejerce de manera extensiva. “Unha persoa pode obter un salario cunha explotación de 4.000 piñeiros”, apunta. El sueldo dependerá del precio del mercado, “moi oscilante”, señala. En la actualidad, el kilo se paga a 1,30 euros el kilo según los datos que maneja. Cada árbol puede producir en torno a 4,5 kilos de resina por campaña –de marzo a octubre, el resto del año conviene dejar descansar el tronco–. A ese precio, los primeros 4.000 pinos que explotan los comuneros de Couso generarán 18.000 kilos y 23.400 euros brutos. Cantidad que alcanzará los 108.000 kilos y los 140.400 euros anuales si finalmente se multiplica por seis, como está previsto, la producción.

Una rentabilidad “alta” en relación “ a la inversión mínima” que requiere la actividad, señala el presidente de los comuneros. Uno de los motivos por el que la entidad ha elegido esta opción para seguir sacando provecho de sus montes de manera sostenible. Otra de las razones es la compatibilidad de la extracción de resina con la venta de madera, ya que los pequeños agujeros que se realizan en los troncos “non afectan a súa calidade”, según asegura Eduardo González que certifican varios estudios.

Uno de los contenedores de resinta instalados en un pino de Couso, tras solo dos días de extracción.

Uno de los contenedores de resinta instalados en un pino de Couso, tras solo dos días de extracción. / MARTA G. BREA

La empresa prueba además en Couso los primeros recipientes reutilizables en la recogida de resina en Galicia. Hasta ahora, el líquido manaba a bolsas de plástico, pero estos nuevos contenedores pueden vaciarse en otro mayor para el traslado a la destilería.

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