Arbo augura una temporada de pesca sin lampreas

La Asociación de Pescadores O Trabadoiro lo atribuye a que “se esquilmó el río cuando había abundancia”

Ángel Fernández, 
ayer por la tarde, 
en una pesqueira
 en Arbo. 
 // Anxo G.

Ángel Fernández, ayer por la tarde, en una pesqueira en Arbo. // Anxo G. / Judit Bernárdez

La temporada de pesca de lamprea arrancó esta semana en la zona alta del río Miño, a su paso por Arbo, y las previsiones no son muy halagüeñas. Sin capturas en los dos primeros días de permiso de pesca, los pescadores alertan de que “si no hay lampreas este año, es porque se pescó más de la cuenta otros años”. “Se esquilmó el río cuando había abundancia”, acusa Ángel Fernández, presidente de la Asociación de Pescadores O Trabadoiro, apuntando a la pesca de este animal en la zona baja del Miño, entre Tui y A Guarda, donde dice que “colocan redes de 120 metros de largo ocupando todo el río”, lo que impide que las lampreas lleguen a la parte alta.

Además de que, según el presidente de O Trabadoiro, en el Baixo Miño se comen todo el pastel, en caso de que alguna lamprea consiga llegar nadando hasta la zona de Arbo, el caudal del río juega un papel determinante, pues ahí los pescadores lanzan sus redes desde las pesqueiras y cuanto más alto vaya el caudal del río, más probabilidades de éxito. En este sentido, aunque ha sido un inicio de año muy lluvioso, en las últimas semanas “el río ya perdió mucho caudal”, indica Ángel Fernández, alertando de que “si no llueve será un problema”. Así, los que pescan en la parte alta del Miño, están pendientes del cielo, pues para ellos lo ideal sería que el río creciese al nivel de hace un mes.

"En la zona baja del Miño, entre Tui y A Guarda, colocan redes de 120 metros de largo ocupando todo el río"

Por otro lado, según Ángel Fernández, a estos problemas hay que sumar las estrictas inspecciones llevadas a cabo por la Comandancia Naval del Miño en lo relativo a las redes empleadas por los pescadores. “Miden las redes sin hacer caso a la normativa europea”, considera, indicando que se han triplicado las multas por el estado inadecuado de las mismas.

Otro asunto que entorpece la pesca en la parte alta del Miño es que, quienes pescan en las pesqueiras, “no encajamos en ningún sitio”, lamenta Fernández, explicando que, no está considerada pesca deportiva, pero tampoco pueden hacerlo con fines comerciales, pues la escasez de capturas impide que sea rentable el pago de la cuota de autónomo, por lo que no pueden dar salida legalmente al género que cae en sus redes. Y es que, aunque la temporada dura tres meses, desde el 15 de febrero hasta el 16 de mayo, a efectos prácticos, “solo conseguimos pescar algo los dos últimos meses”.

Precios elevados

Tampoco abundan las lampreas en la parte baja del Miño, donde la temporada arrancó a principios de enero. Esto ha elevado el precio de la unidad hasta máximos de 90 euros en algunos casos; un precio que, en la zona alta, se incrementaría en 10 o 15 euros a mayores, pues las lampreas que se capturan en Arbo están mejor valoradas. Esto se debe a que las que se pescan en el Baixo Miño se mantienen una media de 4 o 5 días en un vivero para que pierdan grasa; mientras que las que logran subir nadando a la parte alta del Miño, ya pierden esa grasa por el camino. “Llegan en plena forma”, bromea Fernández.

La falta de lamprea ha elevado su precio de la unidad hasta máximos de 90 euros en algunos casos

Con todo, más allá del volumen de capturas, la pesca de este animal prehistórico forma parte del patrimonio etnográfico de Arbo. Aunque también se pesca en Crecente, As Neves y Salvaterra, es en el municipio arabense donde se concentran la mayoría de pesqueiras, unas construcciones de piedra, herencia de los romanos, que se introducen en el río y que sirven para capturar lampreas. Actualmente hay cerca de 130 pesqueiras en la parte alta del Miño, de las cerca de 400 que había antaño, solo del lado gallego de la “raia”.

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La lamprea es uno de los principales atractivos turísticos de Arbo, que cada último fin de semana de abril atrae a miles de personas al municipio para degustar este pez milenario en sus distintas elaboraciones en la Fiesta de la Lamprea. Este año, la cita cobra especial interés, pues recientemente, ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Dicho interés ya se ha podido corroborar desde el Concello, que ha recibido multitud de propuestas, llegadas desde diferentes partes de España e incluso de Portugal, para ilustrar el cartel de la sesenta y tres edición de la fiesta. Finalmente, el jurado, compuesto por miembros de varios sectores de Arbo, ha elegido el diseño de César Núñez, de Astorga, como ganador de este tradicional concurso de carteles. El diseño de este leonés, que nombró “De la fuente a los fogones”, promocionará la fiesta que tendrá lugar los días 28, 29 y 30 de abril. Es el segundo año consecutivo que César Núñez gana este certamen.

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