Nigrán destapa otra joya prehistórica

El mayor conjunto de petroglifos del municipio mide 50 metros cuadrados, está en Camos y muestra laberintos y otros motivos geométricos

Un arqueólogo trabaja en lalimpieza del petroglifo hallado en Camos.

Un arqueólogo trabaja en lalimpieza del petroglifo hallado en Camos. / Neli Pillado

El mayor petroglifo bélico de Europa es el de Auga da Laxe, en el Monte Galiñeiro, en Vincios. En sus 60 metros cuadrados de superficie, el gran panel de granito conserva noventa grabados de armas de los miñoranos de hace 4.000 años. El conjunto de Outeiro dos Lameiros, en la parroquia de Santa Cristina, en Baiona, está considerado uno de los más importantes del noroeste peninsular. Entre sus treinta rocas decoradas, destaca una en forma de pantalla de 75 metros cuadrados en la que los pobladores de aquel tiempo crearon la mayor representación de cuadrúpedos de Galicia, 78 descubiertos, la prueba del origen milenario de los curros. Nigrán también tiene un tesoro rupestre de gran tamaño que aportar al abultado patrimonio prehistórico de la comarca miñorana y lo acaba de descubrir. Está en Camos, en el Monte Verdiños, en el barrio de A Rotea. Todavía no tiene nombre pero los arqueólogos destacan los círculos concéntricos y espirales que lo convierten en un enorme laberinto sobre una piedra de 50 metros cuadrados.

El calco previo del petroglifo ce 50 metros cuadrados hallado en Camos.

El calco previo del petroglifo ce 50 metros cuadrados hallado en Camos. / Árbore Arqueoloxía

Ni está catalogado por el momento ni se conocía su existencia hasta que el presidente de la comunidad de montes de la parroquia, Gerardo Ferreira, lo encontró en la roca inclinada, semioculto entre la maleza. Expertos del Instituto de Estudos Miñoráns confirmaron su valor patrimonial por tamaño y antigüedad cuando solo había salido a la luz un laberinto de un metro de diámetro, el doble de lo habitual en este tipo de figuras.

Plan de recuperación de petroglifos

Así que el Concello de Nigrán ponía en marcha un plan de restauración por 10.000 euros para poner en valor y realizar calcos en 3D de sus petroglifos más destacados: Chan de Rapadouro y Rabete, en Chandebrito; Monte Eiró, en Parada; Penisas Pequenas y O Duque, en Panxón; y Currelo, Outeiro Grande ou Requeixadas, en Priegue. Se lo encargó a los arqueólogos de la cooperativa Árbore Arqueoloxía, los mismos que excavaron el castro de Chandebrito. Los trabajos de limpieza permitieron descubrir que el conjunto era mucho más grande de lo que parecía.

“Moita superficie estaba tapada polo musgo e outra parte inmensa xa non está porque foi reaproveitada para canteiría. A sorpresa é que constitúe o maior de todo o municipio, superando en Nigrán ao que coñecíamos ata agora do Currelo (Priegue)”, explica Benito Vilas, uno de los profesionales encargados de la recuperación de los grabados.

A los geométricos, la roca suma un motivo antropomorfo y dos cruces que se atribuyen a la Edad Media con el objetivo de cristianizar ese lugar pagano, algo habitual en ese período de la historia. “A decoración é tan profusa e tan enlazada que parece planificada exprofeso para o lugar, por iso desconcerta, non é habitual”, reconoce Vilas.

En el yacimiento de O Currelo, el que hasta ahora se consideraba el de mayor tamaño del municipio, han aparecido muchos más grabados geométricos de los que se conocían, con la particularidad de resultar muy visibles y de ofrecer formas poco comunes, indican el arqueólogo.

El alcalde, Juan González, por su parte, destaca que “a intención era amosar a riqueza arqueolóxica de Nigrán e preservar os xacementos, pero o resultado vai máis alá, é espectacular porque nos arroxa moita máis información da que posuiamos”. El regidor añade que los ocho pretroglifos recuperados se sumarán a los atractivos de las rutas de senderismo de las zonas de Panxón-Monteferro, Outeiro Grande (Priegue/Camos) y Chandebrito, “ampliando así as posibilidades turísticas do municipio e dándolle un pulo non estacional”.

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