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Enfriar la piscina de A Ramallosa puede costar hasta 60.000 euros a la concesionaria

La Mancomunidade do Val Miñor abrirá expediente sancionador a Serviocio tras más de 400 reclamaciones de usuarios por la temperatura, que ayer llegó a 25,8 grados

Usuarios concentrados junto a la instalación deportiva, en A Ramallosa.

La Mancomunidade do Val Miñor abrirá expediente sancionador a la concesionaria de la piscina de A Ramallosa por bajar la temperatura del agua por segunda vez en apenas dos meses y obviar las más de 400 reclamaciones presentadas por los usuarios. Todos los grupos políticos representados en el ente comarcal –PSOE, PP, BNG y Nós Baiona– acordaron ayer en junta de portavoces iniciar los trámites para imponer a Serviocio el mayor castigo que recoge el contrato. Consideran que ha cometido una infracción muy grave al reincidir en el enfriamiento del vaso pese a los avisos institucionales y las quejas de los afectados, por la que se le puede imponer una multa de entre 6.001 y 60.000 euros.

Así lo explicó ayer el presidente de la Mancomunidade, Juan González, alcalde de Nigrán, tras la reunión de los portavoces, convocada de urgencia para tomar medidas ante la caída de la temperatura del agua, que ayer alcanzó los 25,8 grados. Al encuentro asistieron el alcalde de Baiona, Carlos Gómez Prado, y las ediles nigranesas Marina Vidal y Bibiana Peixoto por parte del PSOE. Del PP acudieron los portavoces de Baiona y Gondomar, Ángel Rodal y Paula Bouzós. En representación del BNG estuvieron el baionés Iago Pereira y la gondomareña Manuela Rodríguez y Carlos de la Peña acudió en nombre de Nós Baiona. El acuerdo fue unánime. “Non podemos ceder ás presións da empresa polos seus intereses económicos e todos os grupos estamos dacordo niso”, advirtió González.

La empresa reclama 40.000 euros a la Mancomunidade por las pérdidas de la pandemia

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Y es que Serviocio ha reclamado a la Mancomunidade algo más de 40.000 euros por las pérdidas que le ha generado la pandemia. El centro deportivo mancomunado permaneció meses cerrado desde el confinamiento. Numerosos usuarios se dieron de baja y la instalación tardó en recuperar la normalidad. Así que la empresa ha presentado recientemente un escrito al organismo comarcal en el que exige “una retribución económica o subvención de 31.410 euros” y “una modificación de las claúsulas de contenido económico del contrato para reequilibrar sus ingresos por importe de 8.642 euros”. El organismo supramunicipal ha rechazado la petición porque, tal y como indica un informe de Secretaría, no es posible modificar el contrato porque se vulneraría la Ley de Contratos del Sector Público, ya que fueron varias las empresas que compitieron por el servicio. Además, el propio contrato recoge que la adjudicataria asume los riesgos de la explotación, en este caso un parón en la actividad causado por una crisis sanitaria.

Los representantes políticos tienen claro que la rebaja de la temperatura del agua es una maniobra de presión para conseguir la solicitada compensación económica. Pero “baixando a temperatura da auga non solucionan a situación económica da empresa, senón que poñen os usuarios en contra da Mancomunidade”, recalca González, que agradece la colaboración de todos los grupos para mostrar “unidade ante a empresa”.

Mientras se celebraba la reunión en el consistorio de Baiona, un grupo de usuarios desplegaba una vez más las pancartas en el exterior para exigir la restitución de la temperatura del agua a los 28 grados habituales. Insisten en los problemas de salud que les ocasiona el “agua fría”. Desde infecciones de orina a dolores articulares y musculares, relatan. Muchos de los asistentes a las actividades de salud y bienestar han dejado de acudir y lo mismo ocurre con las clases de natación para niños.

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