La presidenta de Camposancos se encierra en la Alcaldía por una subvención

La presidenta de la Entidad Local Menor (ELM) de Camposancos, Mercedes Martínez, se encerró en la alcaldía del Concello de A Guarda a principios de esta semana para reclamar un documento que la ELM necesitaba para pedir una subvención a la Diputación. Estuvo allí cinco horas, hasta la hora del cierre del Ayuntamiento, junto con concejales del BNG, uno de los grupos de la oposición.

De allí Martínez salió con ese documento que la Entidad pidió al alcalde, al socialista Antonio Lomba, con el objetivo de concurrir a una ayuda del ente provincial en materia de subministración de agua. La presidenta de Camposancos reconoce que “no fue la mejor forma, pero era la única manera”. Algo que niega el regidor porque “es un documento que se le iba a entregar de igual forma, di mi palabra, y apremié al aparejador del Concello para que lo elaborara, es más, antepuse la petición de la entidad a otras que teníamos encima de la mesa”. Lomba explica que se sintió intimidado por la situación “aunque luego me di cuenta que era un movimiento político”.

Relación correcta

Por su parte, Martínez reconoce también que la relación con el alcalde, Antonio Lomba, “siempre fue correcta y amable” y explica que “siento mucho tener que llegar a estos extremos, pero ya me pesaban muchas cosas y estaba en alerta”. Aunque lamenta lo sucedido, insiste en que “incluso teníamos pensado hacer noche allí en el caso de que no nos dieran el documento”.

A partir de ahora, explica el alcalde, “las relaciones serán estrictamente institucionales, pero no será tan desenfadada como hasta ahora y cuando vuelva a ver una petición de la Entidad al Concello, le pediré que lo solicite por escrito y yo le contestaré también por escrito”.

El documento que sembró la discordia entre las dos entidades tiene que ver con una memoria que debía elaborar un técnico por lo que el regidor, Antonio Lomba, accedió a la “petición informal”, explica, “para que el aparejador municipal lo realizara”. Dio orden de que “lo tuviera hecho como muy tarde el día 24”, el mismo día en el que la presidenta de la ELM se encerró en la Alcaldía.