Su repentina muerte a los 46 años el 5 de junio de 2019 impidió a Adolfo Valverde Quintas alcanzar una de sus más deseadas metas. Perdió la vida a tan solo diez días de tomar posesión como concejal de la Corporación municipal de Baiona. Iba a ser el único representante de Ciudadanos en el salón de plenos, pero como él mismo reflexionaba para este diario al hilo de su primera novela – “Finisterrae. El hombre circunstancial”, Ediciones Oblicuas, 2012–, “la vida es circunstancial, a veces te lleva por un camino que no habías pensado”. El Concello baionés acaba de publicar su segunda obra literaria tras cumplirse el tercer aniversario de su fallecimiento. Se titula “Memorias de un cangrejo ermitaño” y ha sido corregida y editada por el profesor y también escritor Fernando Bartolomé, que la presenta el martes, día 16, en el multiusos Mercado de Sabarís a las 20.30. Un acto que pretende convertirse en homenaje cívico a la figura del recordado Fito.
El Ayuntamiento ha decidido publicar la obra en memoria de aquel vecino de Sabarís al que la fatalidad imposibilitó cumplir el compromiso que había adquirido con sus vecinos. Un emotivo recuerdo a un hombre todoterreno, un ingeniero técnico industrial de profesión con muchas inquietudes culturales. Era pianista, políglota y su gran pasión era la literatura. “Era una persona plural, con muchos intereses, se bebía la vida a grandes tragos”, recuerda Bartolomé, que encuentra en sus escritos el espíritu de un hombre que “estaba buscando el estatuto de escritor, que es una cosa que todos los escritores vamos buscando siempre”.
Un título enigmático
El enigmático título de la novela describe al protagonista, que “inicia una huida” física y metafórica. El editor encuentra en la obra ciertos matices autobiográficos del autor.
El lector se encontrará en sus 320 páginas una novela de viajes al uso, con desplazamientos reales por distintas partes del mundo, pero también interiores.
