La encrucijada de caminos de Gondomar ha mejorado en seguridad vial gracias a la reforma que la Diputación ha costeado por importe de 249.756 euros. Así lo repitieron tanto la presidenta del organismo provincial, Carmela Silva, como el alcalde, Paco Ferreira, en la visita inaugural al entorno donde confluyen las céntricas calles Emigrante y San Bieito y las carreteras que conducen a las parroquias de Peitieiros y Chaín y Morgadáns.

El proyecto fue diseñado para mejorar la seguridad vial además de aumentar la maniobrabilidad de vehículos pesados como los autobuses, que encontraban dificultades en los giros. Se ha ganado el espacio hacia un terraplén con un muro de contención y se han ampliado las aceras a 2,5 metros de ancho. Una barandilla y jardineras adornan el espacio.