La comarca de O Val Miñor amaneció el viernes con humo en el cielo y un intenso olor a quemado en el ambiente. Y es que pasada la 1 de esta madrugada se declaró un incendio forestal en Baiona, que ha arrasado 46 hectáreas de terreno arbolado, según la Consellería do Medio Rural y que ha quedado extinguido a las 00.53 horas de este sábado, casi un día después de la primera alarma.
El alcalde de Baiona, Carlos Gómez, informó de que la peligrosidad del fuego obligó a desalojar una decena de casas en la zona de Val de Martín, entre el colegio de Fontes y Baredo. En todo caso, pese a que las llamas "se quedaron a cinco metros" de algunas viviendas, no hay que lamentar daños personales ni materiales. De hecho, los vecinos pudieron regresar a su domicilio pocas horas después.
Gracias al incesante trabajo de los equipos de emergencias el fuego se controló pocas horas después de que se diese la voz de alarma, sobre las 8.30 horas de la madrugada del viernes, aunque posteriormente las llamas volvieron a reavivarse en la zona de A Percibilleira. Precisamente, a esa hora, Gómez estaba a la espera de que llegasen los medios aéreos para acabar de extinguir los focos y humedecer el terreno para evitar posibles rebrotes. El riesgo, comentaba, es que se volviesen a levantar rachas de vientos que reavivasen los rescoldos, como había finalmente ha ocurrido. "Sé que había otros dos incendios en Fornelos y Cotobade, pero este ahora es el más grave", decía el alcalde.
El fuego se inició en la parroquia de Baredo alrededor de la 1, pero las llamas habrían saltado la autopista para alcanzar los terrenos del monte vecinal de Baiona. Los momentos más críticos se vieron hacia las cinco de la mañana, cuando un fuerte viento de dirección variable contribuyó a expandir el fuego que cercó el campo de fútbol Val de Marín y el CEIP Fontes Baíña. En los trabajos de extinción participaron efectivos del GES Val Miñor, agentes forestales de la Xunta con tres motobombas y otra que puso a disposición el concello. También ayudaron vecinos y voluntarios.
Por el momento, el alcalde no ha querido especular sobre el origen del fuego, aunque sí ha confirmado que durante la noche no han caído tormentas por la zona, con lo que ha descartado que un rayo, como ha ocurrido en otros puntos de Galicia, fuese el responsable. Además, Gómez Prado ha destacado que aunque la intensidad del viento haya descendido, así como las temperaturas, todavía existe riesgo de que se "reavive el fuego". "Debemos estar en alerta máxima ", ha explicado el regidor, quien ha agradecido las labores de los medios de extinción y la colaboración entre administraciones.
El incendio ha sido visible desde numerosos puntos de la comarca y desde el mar y retrotrae a la memoria lo ocurrido en el trágico octubre de 2017, cuando la villa marinera fue uno de los puntos de inicio de la fatal ola. La localidad, de aquella, estuvo durante horas acosada por las llamas.
