La Policía Local de Ponteareas ha llegado al límite de su paciencia. La diferencia salarial a la baja respecto a compañeros de municipios limítrofes amenaza con una fuga de los nuevos agentes cuando estos cumplan tres años al servicio de la villa del Corpus, según ha podido saber este periódico a través de fuentes cercanas a la plantilla. Estas fuentes denuncian que la alcaldesa, Cristina Fernández, “ha ignorado las peticiones e incumplido las promesas hechas por el anterior alcalde”, Xosé Represas, en materia de mejora de las condiciones laborales de la Policía Local.
En este sentido, cabe destacar que el exalcalde Represas “se había comprometido con la Policía Local a equiparar, paulatinamente, su salario con el de plantillas limítrofes y con el de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ya que un agente de Ponteareas cobra 700 euros menos de salario bruto al mes que un guardia civil”, aseguran. Asimismo, añaden que “el aumento del coste de la vida y el incremento de los combustibles hacen que un policía local en Ponteareas no llegue a final de mes, situación de la que ya ha sido informada la alcaldesa en las diversas reuniones” .
Para intentar paliar la diferencia salarial, el gobierno municipal aprobó en pleno un reglamento de guardias localizadas, las cuales se realizan por los agentes desde enero de este año, pero que todavía no han sido abonadas, según advierten las mismas fuentes. En este sentido, tampoco el plus de productividad por el esfuerzo realizado por los agentes durante toda la pandemia ha sido abonado.
Un agente cobra 700 euros menos de sueldo bruto al mes que un guardia civil
Precisamente una subida de salarios haría más atractivo Ponteareas como destino para los agentes, ayudando a crear una plantilla estable y evitando la fuga de policías.
Otra de las demandas de la plantilla es que durante los fines de semana Ponteareas solo dispone de una patrulla, siendo necesarias al menos dos para cubrir todos los servicios y requerimientos, tal y como se llevaba a cabo con el anterior alcalde, según aseguran las fuentes consultadas por FARO, que apuntan que “debido a ello, han aumentado los actos vandálicos y los hechos delictivos en el Concello”. Para reivindicar la necesidad de más patrullas los fines de semana, los agentes rehusaron realizar turnos de refuerzo durante las fiestas de Corpus, que atraen a miles de personas al municipio, quedando esos días muchos requerimientos sin ser atendidos.
Los agentes, en su última reunión con la alcaldesa, ya pusieron, una vez más, sobre la mesa todos estos problemas, indicándole que esta situación provocaba en los agentes una desmotivación generalizada y advirtiéndole de que, de mantenerse estas condiciones, habrá una fuga de agentes a otros municipios en cuanto tengan la oportunidad, volviendo a quedar la plantilla en precario, como ocurrió antes de aprobarse la anterior relación de puestos de trabajo, que actualmente se encuentra totalmente obsoleta.
