Los hosteleros y las hosteleras del Val Miñor respiran más tranquilos este verano después de sufrir dos años de “pesadilla” por las restricciones que las autoridades sanitarias impusieron para frenar el avance del COVID-19 entre la población. Y es que según cuenta Pedro Villamarín, miembro de la Asociación de Comerciantes e Empresarios de Baiona, desde esta Semana Santa el sector augura “una buena temporada” gracias al año Xacobeo y el Camino Portugués por la Costa.
Con todo, Villamarín, que regenta el Recuncho Mariñeiro en el municipio de Baiona, señala que este año el problema es otro: falta personal para aumentar la plantilla en los meses de verano. Explica que “hay bastantes dificultades para hacer los equipos” e insiste en que “no es una cuestión de sueldos” porque “nosotros en Val Miñor pagamos muy bien y con muy buenas condiciones, pero no sé qué ocurre este año”. Recalca que “hay que verlo” pero que, en todo caso, “no es por el sueldo, como dijo la Ministra”.
Pedro Villamarín percibe que es una circunstancia que se da en otros sectores también “como el de la electricidad o el de la pintura, por ejemplo, que tampoco consiguen gente para trabajar”.
Llegada de extranjeros
Cuando está terminando el mes de junio, el hostelero cuenta que en el municipio de Baiona ya se percibe la llegada de turistas extranjeros, procedentes de Japón, Reino Unido o Australia. En este sentido dice que “el Camino es mundial” y que ayuda a reflotar el sector después de dos años de pandemia “que queremos olvidar, para seguir trabajando y tirar hacia adelante”.
Además el hostelero ensalza las características del Camino por la Costa, que lo convierten en una de las opciones más atractivas. Se refiere a que “no está tan masificado” y “tienen un paisaje increíble”. Todo ello hace que “aumente nuestro potencial y que nos ayude a desestacionalizar el turismo”, explica Villamarín.
El sector espera la llegada de turismo nacional en las próximas semanas, que se sumarán a la afluencia de peregrinos y peregrinos al municipio de Baiona.
