Baiona, y en especial la parroquia de Baredo, están de luto. Nos ha dejado Leonardo Giráldez Maya, Nardo, todo un referente de la hostelería de la villa, desde muy joven ocupado tras la barra del Jaqueyvi.

Conocí a Nardo hace 25 años mientras pulverizaba (él) con precisión el récord de una máquina de baloncesto que clientes y personal de la antigua Bici en La Recta recordamos perfectamente. Desde entonces, amigos para lo bueno y también lo malo. Mil historias, anécdotas, paseos, vivencias y complicidades. 

Entrañable, amable con los suyos, generoso... A veces decía más por lo que callaba que por lo que contaba, así era Nardo, un puntal para muchas generaciones de baioneses, un amigo que siempre ofrecía consejo y ayuda cuando lo necesitabas.  

Adorable con los niños -sé de una rubita que preguntará por él-, madridista hasta la médula y un profesional de la hostelería como la copa de un pino. Nardo se enteraba siempre de todo porque contárselo a Nardo era siempre lo más fácil. Daba igual lo que fuese. El hombro más grande sobre el que llorar, el abrazo más grande que puedas recibir, el corazón más grande que uno se haya podido encontrar. 

Te echaré mucho de menos Nardiño, y como yo, todo el que te haya conocido. Ahora descansa en paz, amigo.