El Festival Internacional de Títeres de Redondela (Memorial Juanjo Amoedo) bajó ayer el telón de su vigésimo tercera edición con un gran éxito de público, a pesar del mal tiempo durante la jornada de despedida. Las persistentes lluvias de ayer restaron algo de afluencia a los espectáculos programados pero no consiguieron empañar los buenos resultados generales del certamen. La organización cifró en más de 30.000 personas las que disfrutaron desde el pasado jueves de la extensa programación que animaron las calles y plazas de la villa, una edición marcada por la vuelta a la normalidad tras los dos últimos años condicionados por la pandemia del coronavirus.
La cita ofreció en total más de 80 actividades a cargo de 31 compañías, procedentes de Portugal, Italia, Eslovenia, Israel, Argentina, Madrid, Castilla y León, Cantabria, Aragón y Galicia, que con sus espectáculos consiguieron devolver al festival redondelano el ambiente y las cifras de público previas a la situación causada por el COVID. Los cuatro días de programación de calle permitieron ver llenos todos los escenarios, cubiertos con carpas, por lo que ni las inclemencias meteorológicas mermaron la afluencia.
Entre las actuaciones con mayor seguimiento por parte del público destacaron en la programación de sala el montaje “Happy Bones” de los eslovenos de Teatro Matita, y “A cazola de Lola” de la compañía local Tanxarina, ambos con el cartel de entradas agotadas.
En los escenarios de calle, con entrada gratuita en todos ellos, el concierto de Uxía Lambona y Cé Orquestra Pantasma acumularon durante la tarde del lunes la asistencia de cientos de niños y sus familiares, al igual que los espectáculos itinerantes como ‘”nimacreques” de Catropés o los “Monstruos de la Universal” y “Granujas a todo ritmo”, de los cántabros de MG Producciones.
La original propuesta “Ingenii Machina” de Alauda Teatro también sorprendió a los visitantes, con la instalación en la Casa da Torre de una serie de juegos, autómatas y hasta un monicreque gigante, que durante los cuatro días atrajo a cientos de curiosos, al igual que la exposición “40 anos de Tanxarina Títeres”, un homenaje a una compañía que llevó el nombre de Redondela por todo el mundo.