Las comunidades de montes del municipio de Soutomaior han expresado su rechazo unánime a la construcción de un nuevo embalse en Forzáns para abastecer a Vigo y su área y a un trasvase del río Verdugo, unas actuaciones que califican de “solución insensible” y advierten que causaría “daños irreversibles” en la zona.

Los comuneros han presentado en el Concello un escrito conjunto, firmado por once colectivos, por el que manifiestan su “rechazo frontal a cualquier proyecto que implique poner más obstáculos a los ya de por si bastantes que existen en las cuencas de los ríos Verdugo y Oitavén”, apuntan.

En su exposición explican que su posicionamiento “no es irresponsable ni insolidario” con el área de Vigo y su comarca, que se abastecen de agua de la presa de Eiras. “Apostamos por políticas de educación que fomenten el consumo responsable, medidas de ahorro y análisis de la red de distribución para minimizar las fugas y reducir las pérdidas”.

“La presa supondría un nuevo golpe a la vida y a la biodiversidad, cuyo cuidado y protección es responsabilidad de todos"

Asimismo destacan que los ríos Verdugo y Oitavén, que transcurren por los territorios de las comunidades de montes del municipio, “cuentan con una gran riqueza en sus márgenes y tienen incidencia directa sobre la vida de muchos de los vecinos y comuneros, que viven de la pesca y del marisqueo en la zona”. Y consideran que un nuevo embalse, cuando aún está pendiente la demolición de la Presa do Inferno en el Verdugo, “supondría un nuevo golpe a la vida y a la biodiversidad, cuyo cuidado y protección es responsabilidad de todos”.

Por otra parte, el BNG de Soutomaior también trasladará al Parlamento gallego su oposición a un nuevo embalse, cuyo proyecto elaborado por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil fue remitido a la Xunta y al Concello de Vigo.

La propuesta ha suscitado una gran oposición en los municipios afectados, como quedó reflejado el pasado sábado en una concentración en Ponte Caldelas a la que asistieron medio millar de personas. Su alcalde, Andrés Díaz, solicitará por carta a los once ayuntamientos que “beben” del embalse de Eiras que digan “no” a la nueva actuación, que califica de “barbaridad ambiental”.